Declararon peritos del ECIF en la sexta jornada del juicio contra “La Gata” Lizárraga
Bajo la modalidad “escruche” y en vísperas de año nuevo (2021), ocurrieron nuevos asaltos a viviendas mientras se hallaban sin moradores. Durante la quinta y sexta jornada del juicio que se sigue contra la banda liderada por Miguel Antonio “La Gata” Lizárraga, el fiscal de la Unidad Especializada de Robos y Hurtos I del Ministerio Público Fiscal, Diego López Ávila, acompañado por Laura Correa y Florencia Nuovo, se refirió a los hechos ocurridos el 31 de diciembre de 2020. Al momento de prestar declaración sobre las pruebas reunidas, los peritos del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) indicaron que cuando se realizó la pericia físico-mecánica del automóvil Chevrolet Sonic de color gris (ver foto), el dominio colocado no se correspondía con el mismo. En igual sentido, la pericia documentológica determinó que la cédula de identificación vehicular (hallada dentro del rodado) era apócrifa. También se hizo mención al trabajo de la Dirección de Análisis Criminal y Planificación de la Persecución Penal del ECIF respecto a los informes de sábanas de llamadas remitidos por las diferentes empresas telefónicas y de los datos obtenidos del UFED practicado al celular encontrado que permitió dilucidar la intervención en los hechos relatados (ver abajo) de Luis Ricardo Carreras, Miguel Antonio Lizárraga y Juan de Dios López. «Hubo un análisis por parte del ECIF sobre los números de teléfono. Han efectuado llamadas en las esferas circundantes a las zonas donde han cometido esos hechos. Lo que se hizo fue cotejarlos con los horarios. Es un juicio histórico por el gran trabajo de los equipos científicos del Ministerio Público. Estas herramientas, que antes no contábamos, han venido a abonar la sospecha inicial y han permitido a este Fiscal sostener la acusación”, relató López Ávila. «En esos 20 hechos, primeramente en la asociación ilícita, lo que sostiene la Fiscalía es que se han asociado para realizar distintos ilícitos, entre ellos, se los acusa por 12 asaltos a viviendas bajo la modalidad escruche y una en particular en un comercio de una firma de motos. Después hubo persecuciones policiales con secuestro de vehículos y a la vez encubrimiento”, concluyó.
“Policía, quedate quieto”
El jueves 18 de mayo prestó declaración el hermano de una de las víctimas de las casas escruchadas. “Ese 31 de diciembre fuimos a pasar las fiestas en casa de un tío. Y cómo teníamos una cámara en el interior de la casa decidimos monitorear. Allí divisamos que se aproximaron dos personas a la puerta de ingreso, salimos y llegamos en menos de 10 minutos al lugar. Estacionamos al frente y había un auto en la vereda que casi nos arrolla a los tres (fui acompañado por mi hermano y mi cuñado). Cuando volvemos al domicilio salió un grupo de personas (aproximadamente seis) donde uno de ellos sacó una escopeta y nos gritó: ‘Alto policía’ e hizo un tiro al aire. La casa tenía las puertas destruidas (las que dan a la calle, el interior y las habitaciones) porque rompieron las cerraduras. Habían sido barreteadas con un elemento alargado porque en la puerta de madera quedaron las marcas bien definidas. Como fue en pandemia estaban con barbijos para ocultar la identidad y otros con gorras”, comentó el damnificado quien describió la logística empleada: “El auto estacionado afuera estaba vigilando y lo quisimos frenar cuando llegamos pero al escapar no les importó lo que había delante de ellos. Estaba haciendo de campana como se dice. Del domicilio huyeron como si todo hubiera estado pensado y cómo iban a reaccionar. Se movieron por los costados mientras otro salió armado con una escopeta”, indicó, asimismo reconoció el modelo del vehículo (Chevrolet Sonic de color gris) y la vestimenta que utilizaba uno de los integrantes (bermuda de jean y remera). “El que estaba armado tenía algún tipo de entrenamiento (de fuerza especial o de seguridad) no era un delincuente más”, sostuvo al referirse al comportamiento observado.
Los robos y la persecución policial
El 31 de diciembre de 2020, a las 22:00 horas, en circunstancias que las víctimas se habían retirado de su vivienda ubicada en calle Crisóstomo Álvarez de esta ciudad capital, quedando la misma temporalmente sin moradores, Luis Ricardo Carreras y Miguel Antonio Lizárraga junto a otros seis sujetos, previo acuerdo de voluntades y división de tareas que cada uno realizaría, se apersonaron en la vivienda de mención a bordo de dos automóviles, uno de ellos de marca Chevrolet Sonic (de color gris). Mientras algunos aguardaban afuera de la vivienda para alertar a sus compañeros de cualquier peligro que pudiera impedir el objetivo de todos y para facilitar la posterior huida, otros descendieron de los rodados y se dirigieron hacia la morada, rompiendo la puerta de entrada (a la altura de la cerradura) e ingresar al domicilio. Allí dentro revolvieron los objetos del interior de la vivienda con claras intenciones de apoderarse de elementos de propiedad de las víctimas no pudiendo lograr su objetivo por motivos ajenos a su voluntad, ya que en ese momento arribó a la vivienda el hermano de los propietarios de la misma, quien los sorprendió cuando aún se hallaban dentro de la morada, por lo que tres de los sujetos que habían ingresado se acercaron hasta la puerta y le dijeron: “¿Quién sos? ¿Qué haces aquí?” e inmediatamente todos los que habían ingresado a la morada salieron rápidamente de la misma, subieron a los dos automóviles que se hallaban estacionados frente del domicilio y se dieron a la fuga. Ese mismo día, siendo las 23:50 horas aproximadamente, en momentos que el damnificado se había retirado de su vivienda ubicada en avenida Mitre de esta ciudad capital, quedando la misma temporalmente sin moradores, fue que “La Gata” acompañado por su hijo Juan de Dios López y Luis Ricardo Carreras junto a otros seis sujetos se apersonaron en el inmueble a bordo de dos automóviles, uno de ellos el Chevrolet Sonic, y mientras algunos aguardaban afuera del domicilio, los que descendieron de los rodados se dirigieron hacia la morada procediendo a romper el portón y puerta de ingreso, para luego entrar a la vivienda y revolver los elementos del interior, no logrando su objetivo por motivos ajenos a su voluntad, ya que el hijo de la víctima y sus familiares observaron a través de las cámaras de seguridad la presencia de ellos mientras se dirigían al lugar por lo que algunos de los sujetos se dieron a la fuga a bordo del automóvil marca Chevrolet Sonic, en tanto, otros permanecían en el inmueble. La víctima intentó detener la marcha del rodado siendo que en ese instante aparecieron efectivos policiales que realizaban recorridos por la zona, procediendo a hacerles señas por lo que los efectivos rápidamente comenzaron una persecución. Cuando la víctima quiso ingresar a su vivienda, salieron del interior alrededor de seis sujetos, siendo que uno de ellos tenía en sus manos una escopeta y al verlo le remontó el arma apuntándolo contra su humanidad y le manifestó: “policía, quedate quieto” e inmediatamente efectuó un disparo al aire sin lograr herirlo y a posterior los sujetos salieron corriendo hacia el pasaje Molina, dándose a la fuga con rumbo desconocido. Siendo las 23:55 horas aproximadamente, en circunstancias que los efectivos policiales de la Comisaría I habían sido alertados respecto del hecho ilícito donde intervino el automóvil Chevrolet Sonic, fue que los policías divisaron el rodado donde circulaba “La Gata” Lizárraga por lo que iniciaron una persecución indicando claramente a los ocupantes que detuvieran su marcha. Sin embargo, Lizárraga y sus consortes, haciendo caso omiso a la orden policial, continuaron su trayectoria dándose a la fuga a gran velocidad, atravesando reductores de velocidad (lomos de burro) e incluso dirigiéndose por las calles en sentido contrario al de circulación de las arterias. Por su parte, los efectivos siguieron persiguiéndolos por calle San Martín para luego dirigirse por calle Paso de los Andes en contramano hacia el Sur, continuar por avenida Roca hasta finalizar el recorrido en calle Alsina al 1686 de esta ciudad capital donde los ocupantes del rodado descendieron rápidamente del vehículo e ingresaron a una vivienda de la zona, quedando el automóvil abandonado en el lugar donde terminó la persecución. Al momento del secuestro del vehículo se hallaron en su interior, entre otros elementos de interés, un celular y un sombrero de color beige (tipo Cowboy, similar al empleado por uno de los integrantes de la banda cuando sucedió el hecho seis días antes en pasaje Bertrés).
MPF