El FMI volvió a pedir al Gobierno ajuste en salarios públicos y jubilaciones y suba de tarifas
El Fondo Monetario Internacional (FMI) dio a conocer el comunicado completo tras la reunión del directorio de ayer en la que se aprobó el desembolso de U$S 7.500 millones. Señala que “los principales objetivos del programa no se alcanzaron, como consecuencia de la sequía sin precedentes y desviaciones de las políticas“. Agrega que “en un contexto de elevada inflación y crecientes presiones sobre la balanza de pago, se acordó un nuevo paquete de medidas centrado en fortalecer las reservas y reforzar el orden fiscal”.
La titular del FMI Kristalina Georgieva, señaló que “con una inflación elevada y crecientes presiones de balanza de pagos como telón de fondo, las autoridades están poniendo en marcha un nuevo conjunto de medidas para garantizar la estabilidad y apuntalar la viabilidad externa a mediano plazo, y centradas en reponer las reservas y mejorar el orden fiscal”.
Reitera que es “esencial” alcanzar el déficit fiscal primario acordado del 1.9% del PIB, un objetivo que resulta difícil de alcanzar por la caída de los derechos de exportación provocada por la sequía. El desequilibrio se ubica actualmente en 2.7% del PIB, según cálculos de la consultora ACM.
La titular del Fondo precisó que el gobierno debe centrar “los esfuerzos” en:
reforzar los controles de gasto con medidas iniciales dirigidas a actualizar las tarifas de la energía
contener los salarios públicos y las pensiones, sin dejar de proteger el gasto prioritario en programas sociales y en infraestructura.
Además, consideró que estas medidas están siendo complementadas con aumentos temporales de los impuestos sobre las importaciones para compensar la pérdida de ingresos.
En lo que fue interpretado en el Palacio de Hacienda como un aval de las últimas medidas adoptados, Georgieva sostuvo que “la reciente realineación del tipo de cambio, sumada al endurecimiento de la política monetaria, debería continuar a ayudar a promover la acumulación de reservas y al mismo tiempo limitar el efecto de traspaso del tipo de cambio a la inflación”.
Mercados
La tasa de ajuste del tipo de cambio se calibrará con detenimiento para facilitar el cumplimiento de los objetivos de acumulación de reservas y reducción de la inflación,
Las tasas de interés real permanecerán en niveles debidamente positivos para seguir apoyando la demanda de activos en pesos.
Las intervenciones en el mercado financiero y de futuros también serán limitadas y temporales, y se centrarán en corregir condiciones de desorden.
Las prácticas de tipos de cambio múltiples, las restricciones cambiarias y las medidas de gestión de los flujos de capital se replegarán gradualmente conforme lo permitan las condiciones, ya que no son una sustitución de una política macroeconómica sólida.
Política fiscal
Las autoridades argentinas y el staff del Fondo acordaron que en años posteriores se acelerará “la consolidación fiscal con medidas de alta calidad enfocadas en el gasto y el ingreso”. También se reconoce la importancia de fomentar las exportaciones y en este sentido, Georgieva calificó como “un hecho positivo” la culminación del gasoducto.
Como es habitual reitera que es “preciso continuar prestando atención a proteger a los pobres y a promover el crecimiento inclusivo conforme se corrigen los desequilibrios”.
Por último, advierte que “continúa siendo crucial contar con un amplio respaldo político y que el programa se asuma como propio a corto y mediano plazo, ya que para resolver los profundos desafíos a los que se enfrenta Argentina se requerirán los esfuerzos de futuros gobiernos”.
En principio, este viernes se conocería el staff report, informe extenso donde el equipo analiza la situación argentina y presenta sus observaciones.
Una síntesis de este comunicado fue difundida en la tarde del miércoles y anticipando un desembolso inmediato.
Tras cuatro meses de arduas negociaciones finalmente el gobierno logró el desembolso del FMI y durante ese tiempo las negociaciones tuvieron momentos tensos no exentos de enojos.
En el encuentro que mantuvieran la titular del FMI y el ministro de Economía se abordó, como no podía ser de otra manera, la cuestión de los tipos de cambios múltiples. Existió coincidencia en la necesidad de ir a una simplificación, pero no en estos momentos en medio de la incertidumbre electoral y la escasez de reservas.
Massa defendió su esquema de tipo de cambio diferencial para los productos agropecuarios que le permitieron, sostuvo, recomponer 1.800 millones de dólares en reservas y revertir la situación deficitaria previa.
Las evaluaciones del Ministerio de Economía arrojan que, superada la sequía y con la puesta en marcha del gasoducto Néstor Kirchner, el año próximo el país tendrá un abultado superávit comercial. Cabe señalar al respecto, que el FMI inicialmente subestimó los efectos de la sequía en el país. Para no volver a equivocarse, se supo que ha contratado un estudio específico sobre las perspectivas de la cosecha argentina.
A diferencia de su antecesor, Martín Guzmán, Massa en ningún momento planteó el tema de los sobrecargos que paga la Argentina por los créditos.
Un dato no menor, que se comenta en el Palacio de Hacienda, es que el sueldo de los directores del organismo (entre 14.000 y 16.000 dólares) se cubre precisamente con estos sobrecargos. Dicho sea de paso, en estos momentos el Fondo está discutiendo la posibilidad de un aumento en las remuneraciones de los directores, a los que Argentina votará en contra.
La decisión del Directorio permite un desembolso inmediato de alrededor de US$7.500 millones (5.500 millones de DEG), con lo que el total de desembolsos en el marco del acuerdo asciende a unos US$36.000 millones. La próxima revisión está prevista para noviembre de 2023.
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