La madre de la denunciante de Alperovich aseguró que su hija «no volvió a ser la misma»
La madre de la denunciante en el juicio que se le sigue en los tribunales porteños al ex gobernador tucumano José Alperovich aseguró este lunes que su hija “no volvió a ser la misma persona” a partir de los abusos sexuales atribuidos a su tío y empleador, aunque la joven se haya recuperado del deterioro físico en el que se encontraba inmersa antes presentar cargos en la justicia.
El también exsenador está acusado por tres casos de abuso sexual -dos de ellos en grado de tentativa- y seis casos de violencia sexual agravada por acceso carnal, según lo establecido por la investigación judicial en base a las denuncias de MFL por ataques entre 2017 y 2018 en la Ciudad de Buenos Aires y en la provincia de Tucumán.
“Antes de que nos contara, yo me daba cuenta que ella estaba mal, que le pasaba algo pero jamás me hubiera imaginado que era esto. Lo que sí, ellos (por su hija y el acusado) iban a desayunar siempre a lo de la madre de José (Alperovich), que un día le dijo a mi hija ‘Tené cuidado con éste que te va a querer …(refiriéndose a un sometimiento sexual)’. Cuando después ella lo contó como una broma, a mí se me instaló la sospecha”, dijo durante su declaración la madre de MFL al declarar en la tercera jornada del debate oral.
La mujer contó ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 29, a cargo del juez Juan Ramos Padilla, que cuando su hija comenzó a trabajar en 2017 con el tres veces exmandatario provincial -que en ese momento estaba en carrera para ser senador- “ella fue desapareciendo de la vida familiar, porque estaba totalmente absorbida” por el trabajo y describió la relación laboral propiamente dicha como “abusiva”.
“Si él tenía que salir en bicicleta, ella tenía que ir también. Además, ella andaba con su pastillero para darle cada pastilla que tomaba y hasta la mandaba a llevar su saco a la tintorería, a pesar de que había sido contratada para otro tipo de tareas”, dijo.
“Mi hija ya no tuvo más un sábado o un domingo de descanso, un día de la madre o feriado. Su vida estaba entregada a esa función, cosa que me parecía un exceso, que no era normal”, recordó.
Con el tiempo, además de la rutina de trabajo, su hija fue manifestando cambios físicos y de personalidad.
“Estaba a la defensiva, no me miraba a los ojos y parecía que había algo que nos quería decir y no se animaba. Estaba extremadamente flaca, se le caía el pelo, se le pusieron feas las uñas y le temblaban las manos. Cualquiera se podía dar cuenta que esa no era ella porque su cuerpo hablaba”, contó.
La madre de la denunciante explicó que recién cuando pudo renunciar a su trabajo en 2019, su hija pudo “contar a su familia todo lo que estaba pasando, sin entrar en detalles porque no los necesito y yo le creo”.
La mujer describe a la joven como una persona emprendedora e independiente, pero con una vulnerabilidad de base que ella también reconoce en sí misma, y que le hizo aconsejarle como madre, al principio, que desistiera de la denuncia.
“En un primer momento no estaba de acuerdo con que denuncie porque pensaba que iba a quedar en nada…¡si todos los jueces de la provincia están puestos por él! Le decía que se iba a comprar un problema para toda la vida y sin querer empujaba a mi hija al sometimiento, según los mismos patrones que una trae, y es lo primero que te sale”, dijo.
Pero MFL se plantó y con mucha “valentía” le explicó que “yo esto lo tengo adentro, voy a explotar y morir si no me lo saco”, ante lo cual su madre decidió acompañarla a hacer la denuncia.
“La admiro, la respeto poderosamente porque es sumamente valiente y no ha molestado a nadie, ella se hizo cargo de lo que le pasaba y ha buscado a la gente idónea para que la ayude”, dijo
“Hoy siento que lo que ella hizo fue un ‘¡basta!’ gigante, y a partir de esto me he empezado a preguntar yo misma cuántas veces justifiqué o permití situaciones que han sido abusos en mi vida”, agregó.
Sobre su hija, aseguró que si bien pudo rehacer su vida, “no es la misma”, porque ella era una persona “alegre y confiada” que hoy se caracter
iza más bien como “fría”, alguien “desconectada de algunas emociones”, que “está como nublada”.
Tras la declaración de la madre, ofreció su testimonio -también en forma presencial-, una amiga de la denunciante, quien recordó que en junio de 2018 MFL le contó a ella y a otras amigas “que había sido violada y acosada varias veces” por su tío, el exgobernador.
Mucho antes de eso, MFL “había puesto en un chat grupal que tenía miedo de que él entrara a su cuarto, que no se sentía segura” durmiendo bajo el mismo techo en su departamento de Puerto Madero a donde se estaban alojando momentáneamente ambos por actividades de campaña que los habían traído desde Tucumán.
“Nosotras, en ese momento, no le dimos importancia, pero después nos enteramos que sí entró al cuarto y la abusó”, dijo.
“Incluso en mi fiesta de recibida ella se sintió mal y se fue antes, y después nos enteramos que alguna de las cosas (denunciadas) habían pasado ese día”, agregó.
La amiga coincide con la madre en que, antes de denunciar, “ella estaba demacrada físicamente, que se le caía el cabello y estaba muy angustiada”, pero pudo sobrellevar con entereza las diferentes instancias judiciales porque “es una persona muy fuerte” cuyo único “objetivo es simplemente tener paz y recuperar su vida”.
“Esto la cambió totalmente, es otra persona ciento por ciento. Ahora no es más una persona inocente, es una guerrera que lucha por los derechos de las mujeres y seguramente también lo hará por su hija”, dijo.
En la misma jornada declararon por videollamada otra amiga de la denunciante, un periodista que ella consultó antes de hacer la denuncia y un ex compañero de trabajo de tiempos en que ambos conformaban el equipo de campaña del dirigente tucumano.
“Son testimonios que, cuando se investiga otro tipo de hechos, por ahí no tienen tanta relevancia; pero cuando se trata de delitos contra la integridad sexual, las personas a quien la víctima pudo contarles tienen especial incidencia porque pueden relatar cómo la vieron, el proceso de denuncia, cómo la escucharon, cómo la fueron acompañando, haciendo hincapié en el deterioro físico y el miedo a la denuncia”, dijo a Télam la abogada querellante, Carolina Cymerman.
En tanto, el acusado estuvo presente también de forma virtual y se lo vio con gesto adusto, fumando y tomando mate.
En las audiencias, que se realizan a razón de una por semana, y se prolongarán por lo menos hasta julio, desfilarán más de 80 testigos.
Durante la primera audiencia, que tuvo lugar el 5 de febrero, prestaron declaración el imputado y la denunciante: mientras ella declaró durante seis horas; Alperovich dijo que su descargo lo realizará «al final» del debate oral y realizó una breve intervención en la que expresó: «quiero la verdad porque esto me mató».
Durante la segunda jornada desarrollada el pasado 15 de febrero, declararon cinco familiares de la joven denunciante, entre ellos su abuela, quien aseguró que admira a su nieta «porque su valentía fue impresionante”.
Según la denuncia interpuesta contra Alperovich a fines de 2019, los abusos y ataques juzgados se produjeron entre el 14 de diciembre de 2017 y el 26 de marzo de 2018, en diferentes viviendas de las localidades tucumanas de San Miguel de Tucumán y Yerba Buena; y en un departamento del barrio porteño de Puerto Madero.
La cuarta audiencia tendrá lugar el próximo jueves 29 de febrero a las 10.
Télam