Llegó un cuarto vuelo al país desde Estados Unidos y aumenta la cifra de argentinos deportados por Trump

Alrededor de la 1 de la madrugada de este martes, aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza un nuevo avión con ciudadanos argentinos deportados de Estados Unidos por el gobierno de Donald Trump. Se trata del cuarto vuelo en lo que va del año, que se suma a los anteriores que llegaron al país entre el 12 de junio y el 26 de septiembre, como consecuencia del endurecimiento de la política estadounidense contra migrantes ilegales o que tiene causas penales que impuso el mandatario norteamericano.
En un operativo de máximo hermetismo, los argentinos aterrizaron en Ezeiza tras escala previa en Guayaquil, Ecuador. Lo hicieron a bordo de un Airbus A320-214 de GlobalX, la empresa contratada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), el brazo gubernamental a cargo de las redadas y de los trámites de las deportaciones ordenadas por la administración republicana.
Al igual que en los anteriores vuelos, los deportados argentinos salieron del aeropuerto por la puerta FBO VIP Club – que suele usarse para servicios exclusivos- donde un cúmulo de familiares los aguardaba desde temprano.
Una mujer, que prefirió reservar su nombre ante la consulta de este medio, se mostró compungida por la llegada de su hermana que explicó que se dedicaba “a vivir de mesera”. “Se fue con 18 años, hace más de 25 que vive en Florida. No sé con qué me voy a encontrar. Todos fueron detenidos de un momento a otro, perdieron todo lo que tenían”, lamentó.
En su caso, además, expresó que “estuvo detenida durante más de cuatro meses” y que, durante ese tiempo, el único contacto que tuvieron fue por comunicaciones telefónicas esporádicas dispuestas desde los centros de reclusión para los próximos a ser deportados.
“Al principio estaba en un lugar donde tenía cama y más o menos era bien atendida, pero lo último que sabemos es que la habían trasladado a un centro militar, donde pasó a dormir en el piso. Pudo llamar por teléfono algunas veces. Los detenidos tenían que recordar algún número de memoria, porque no te dan nada. Esas llamadas tenían un tiempo tope de ocho minutos de duración. Una vez que se cumplía ese tiempo, se cortaba y ahí no teníamos más información hasta el próximo llamado, que no sabías cuándo podía volver a ocurrir porque era una posibilidad al azar”, detalló.
Otra mujer allí presente, oriunda de Misiones, reveló que aguardaba a su sobrino. “Él tenía su departamento, su trabajo, su camioneta y le quedó todo allá. Mi hermano (el padre) recibía información de él a través de Migraciones, pero nunca se pudo comunicar directamente. Vienen con lo puesto, con lo que agarraron o, mejor dicho, con la ropa que tenían en el momento que los agarraron”, manifestó la señora, que añadió que su pariente “también trabajaba en gastronomía”.
Una vez en suelo argentino, los deportados tuvieron que atravesar un serie de procedimientos internos en el área de Migraciones de Ezeiza. Posteriormente, fueron liberados alrededor de las 2 de la mañana acompañados por efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que se encargaban de abrir el portón de ingreso (que hasta entonces había permanecido cerrado) y pronunciar sus apellidos para que los allegados apostados del otro lado de las rejas se acercaran a retirarlos. Solo cuatro lo hicieron por esa vía, a pie: algunos apenas portaban pequeñas bolsas de pertenencias, mientras que otros nada en sus manos.
Los tres restantes, cuando ya no quedaban familiares presentes, fueron trasladados directamente por una camioneta de la PSA, aunque no se dieron a conocer sus paraderos ni se pudieron visualizar sus rostros al haber estado en todo momento, dentro del móvil policial. Tras el operativo, sin embargo, trascendió la existencia de “un caso por explotación sexual y otro por manejar en estado de ebriedad”, pero no hubo mayores precisiones sobre los involucrados.
Expulsados de Estados Unidos
Luego de pasar semanas, 30 días o hasta meses detenidos en diversas ciudades estadounidenses, la deportación de los argentinos está relacionada a vencimientos de la VISA, ingresos irregulares o vínculos con delitos penales. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) del gobierno de Trump, afirmó que en total «dos millones de inmigrantes ilegales han salido de Estados Unidos en menos de 250 días, incluyendo aproximadamente 1,6 millones que se han ‘autodeportado’ voluntariamente y más de 400.000 deportaciones (forzadas)“. La cifra contempla desde finales de enero pasado, cuando dio inicio el segundo mandato presidencial de Trump.
“El control de las visas estadounidenses no termina cuando se emite la VISA. Estados Unidos monitorea de manera continua a los titulares de VISA para asegurarse de que cumplen con las leyes y normas de inmigración. Si no lo hacen, sus visas serán revocadas y serán deportados”, informó la Embajada de Estados Unidos en Argentina durante la semana pasada en un comunicado al respecto.
La primera mujer que habló con este medio, cuestionó los procedimientos. “Lo que se dice es que durante el anterior gobierno (de Joe Biden), entró mucha gente con el propósito de delinquir. Pero acá, además de a esos, están echando también al gente laburante, al que fue a buscar un futuro mejor. Si tuviste un tiempo de ilegal, por más corto que haya sido y a pesar de regularizar tus documentos, te sacan”, sintetizó.
Los cuatro vuelos registrados hasta el momento arribaron a Ezeiza. Del avión del 12 de junio pasado, no se oficializó la cantidad de pasajeros deportados, pero habría traído a unos 16 argentinos a bordo de un Airbus A320-214 de GlobalX.
Luego, el 11 de septiembre, en plena madrugada y tras haberse filtrado la noticia en los medios, las autoridades recibieron al segundo grupo con 10 argentinos repatriados desde Louisiana. Tras escalas por Bogotá (Colombia) y Belo Horizonte (Brasil), el vuelo llegó al aeropuerto internacional ubicado en el partido homónimo del sur bonaerense en un avión Boeing 767-300 de la compañía Omni Air International, también contratada por el gobierno estadounidense.
Por su parte, el avión del 26 de septiembre aterrizó la noche del último viernes, en este caso con 15 ciudadanos de nuestro país, en un Boeing 767-300 de la empresa Eastern Airlines, tras una escala previa por Lima (Perú). Todos ellos se sumaron a los 7 deportados este martes 30 de septiembre a la madrugada, lo que elevó a casi medio centenar de deportaciones de argentinos desde Estados Unidos en cuatro meses./LaNación