Franco Trapani y Álvaro Rodríguez fueron condenados por abuso sexual

Franco Trapani y Álvaro Rodríguez fueron declarados culpables del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por haber sido cometido por dos personas, en perjuicio de Carolina Monteros. El juez Antonio Nicolás Gutiérrez impuso una pena de 10 años de prisión para Trapani y ocho años para Rodríguez, tras considerar acreditada la responsabilidad penal de ambos en los hechos ocurridos en julio de 2016, luego de una fiesta en Tafí Viejo.
El caso se remonta al 3 de julio de 2016, cuando Carolina, entonces de 19 años, salió a bailar con una amiga al boliche Lancaster, ubicado en Tafí Viejo. Según su denuncia, a la salida de la fiesta -sin recordar cómo- terminó en el auto de Franco Trapani (tenía 27 años), a quien conocía porque era familiar de su novio en ese momento.
En su testimonio, la joven contó que se sentía rara y alcoholizada y que en un momento notó que Rodríguez se había subido al vehículo. Creyó que la llevarían a su casa, pero Trapani se dirigió hacia una propiedad familiar ubicada en las afueras de la ciudad, donde ambos la violaron por turnos mientras ella les suplicaba que se detuvieran.
Tres días después de lo ocurrido, dijo que se armó de valor y se acercó a la Policía a denunciar lo que había vivido. A partir de allí comenzó un largo proceso judicial al cual lo definió como “revictimizante”. La causa comenzó a ser investigada por el entonces fiscal de Instrucción de la V Nominación, Washington Navarro Dávila. A partir de su asunción como titular del Ministerio Pupilar y de la Defensa el legajo pasó por manos de distintos fiscales hasta llegar a las de Marta Ignacia Jerez de Rivadeneira.
Carolina relató que durante cinco años y medio el expediente tuvo escaso movimiento; los testigos fueron citados con demora y de la declaración de los denunciados casi no hubo información. En el medio, el informe de la pericia médico forense que le practicaron apenas radicó la denuncia tardó dos años y medio en llegar a la oficina fiscal, la cual también fue escenario de un robo en el que se extravió el celular que ella había aportado para que las fotos que tomó esa noche y demás datos fueran analizados.
En 2022 se constituyó como querella activa del caso. Tras varias peticiones presentadas, la investigación comenzó a avanzar y Trapani y Rodríguez fueron citados a declarar por primera vez en calidad de imputados. En 2024 el pedido de elevación a juicio quedó firme y se fijó su fecha de inicio.
El pasado 1 de octubre se realizó la primera audiencia del juicio. El debate oral transcurrió bajo puertas cerradas, por criterio del juez, para preservar la intimidad de la víctima. Ayer por la mañana las partes expusieron sus alegatos de clausura. Pese a que la querella no solicitó que dicha audiencia fuera privada, Gutiérrez restringió el acceso de la prensa, por lo que no se conoció públicamente cuáles fueron las hipótesis finales de la acusación y la defensa. Tampoco se pudo escuchar las últimas palabras de los acusados y de la víctima.
Lo único que trascendió de los alegatos fue que el Ministerio Público Fiscal pidió que Trapani fuera condenado a 10 años de prisión y Rodríguez, a ocho años. La querella, representada por Carlos Garmendia, requirió que ambos reciban la pena de 20 años de prisión. El defensor, Alfredo Falú, en cambio, solicitó que sus pupilos fueran absueltos.
Tras escuchar las pretensiones punitivas y los diferentes planteos, alrededor de las 14 el juez se retiró a deliberar su resolución y los citó nuevamente a las 16 en el tercer piso del Fuero Penal de la calle España al 400.
Durante toda la jornada, estuvieron presentes en las inmediaciones del Tribunal integrantes del movimiento Ni Una Menos, manifestando su apoyo a Carolina. Con sus cantos de fondo y a sala llena, se dio lectura al veredicto en el cual el juez Gutiérrez había declarado culpables a Franco Trapani y a Álvaro Rodríguez por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por haber sido cometido por dos personas. A Trapani le impuso la pena de 10 años de prisión y a Rodríguez 8 años./LaGaceta