El Banco Central subió 250 puntos la tasa luego del histórico dato de inflación
Asediado por otro histórico dato de inflación, el Banco Central (BCRA) se vio forzado a subir una vez más la tasa de interés.
El Índice de Precios al Consumidor de 6,7% de marzo informado este miércoles por el Indec, el más alto en 20 años, no le dejó a la autoridad monetaria más remedio que convalidar el cuarto incremento del año para su tasa de política monetaria.
En esta oportunidad, la elevó en 250 puntos básicos para llevarla a 47%.
Con este nuevo aumento del rendimiento de la Leliq, la Tasa Efectiva Anual (TEA) pasa a 58,7%.
De esta manera, continúa intentando cumplir el mandato de no perderle pisada a una inflación que, según proyectan los analistas que participan del último Relevamiento de Expectativas del Mercado que elabora el BCRA, alcanzaría el 55,4% en los próximos 12 meses.
El Directorio del Central se encontraba ante una encrucijada en lo que respecta a la decisión de volver a retocar la tasa de la Leliq. Es que tanto avanzar con una nueva suba como no hacerlo tenían diversos costos aparejados, lo que planteaba un escenario en el que no parecía haber un camino exento de efectos negativos.
Pero el dato de que la inflación de marzo fue la más elevada de los últimos 239 meses terminó de gatillar la suba de la tasa de interés.
Al hacerlo, la entidad que preside Miguel Pesce aumenta el peso de su deuda y enfría la economía justo en momentos en los que empiezan a asomar riesgos de una recesión.
Según reveló el propio BCRA a través de su último Informe Monetario Mensual, alrededor de un 70% de sus pasivos remunerados -cuyo stock total se ubica apenas debajo de los $ 5 billones- corresponden a Leliq a 28 días
Por cada 100 puntos básicos que aumenta la tasa de política monetaria se genera un costo adicional de 0,1 puntos del PBI al año en términos de pagos de intereses, calculó Federico Furiase, director de Anker Latinoamérica.
No incrementar la tasa también hubiera tenido costos asociados. Con el ritmo de devaluación corriendo a un ritmo anualizado por encima del 50%, economistas alertaban que no subir la tasa podía desembocar en un posible recalentamiento de la brecha cambiaria y desalentaría la liquidación de divisas en un contexto en el que necesita empezar a acumular reservas.
Fuente: El Cronista