Primeros relevamientos: la inflación de agosto tendrá un piso de 6%
Después de registrar en julio el dato más alto desde 2002 (7,4%), la inflación continuará en niveles elevados durante agosto. Es que, luego de realizar los relevamientos de precios en la primera quincena, desde distintas consultoras privadas estiman que el IPC presentará este mes una suba no menor al 6%.
Distintos factores confluyen para ello. Es que además de los aumentos previstos para este mes, se le suma la inercia y un mayor deslizamiento cambiario. En ese contexto, señalan que también los alimentos volvieron a acelerarse y le suman presión al índice general.
“Los datos que tenemos de la primera quincena, le ponen un piso de 6% por lo menos a la inflación de agosto”, resumió a Ámbito Camilo Tiscornia, director C&T Asesores Económicos, quien agregó que “los alimentos vienen subiendo desde fines de julio, cuando se aceleraron bastante”. “Lo que hemos detectado nosotros es que los panificados se incrementaron con fuerza y se sumó, en menor medida, la carne, que venía un poco más tranquila”.
Por su parte, el IPC GBA de la consultora Ecolatina marcó un alza del 6,3% mensual en la primera quincena de agosto (frente al mismo periodo de julio), desacelerándose 1,6 p.p. respecto al mismo lapso del mes pasado. “Para el mes completo proyectamos un 6,2% (74,6% interanual), por lo cual acumularía en el año un 53,1%”, señaló al respecto el economista de la firma Santiago Manoukian.
“El dato de agosto está impactado por el aumento de 40% en colectivos y trenes en el AMBA, a lo que se le suma la ronda de actualizaciones de precios previstas en prepagas (+11,3%) y expensas (+8% en promedio). Todo esto, sumado a una inercia que parece difícil de disipar en el corto plazo y un mayor deslizamiento cambiario”, agregó el analista.
En tanto, el relevamiento que realiza la consultora Eco Go registró en la segunda semana del mes una variación de 1,5% de los precios de los alimentos con respecto a la semana previa. “Con este dato y considerando una proyección de variación semanal del 1,4% para las próximas dos semanas del mes, la inflación de alimentos consumidos en el hogar en agosto treparía a 5,9% mensual”, señalaron desde la firma.
En ese escenario, desde Eco Go proyectaron que la inflación de agosto se ubicaría en 6,5%. “Los productos regulados impulsaron el indicador general del mes con subas en prepagas (11,34%), colegios en PBA (9%), tarifas de trenes y colectivos en AMBA (40%) y expensas (entre 6% y 10%), entre otras”, detallaron.
Inflación: qué se espera hacia adelante
En tanto, tal como señaló a este medio Eugenio Marí, Economista Jefe de Libertad y Progreso, hasta la segunda semana de agosto, la inflación minorista medida por la Fundación “mostró un ritmo de crecimiento de los precios de 5,2% en relación al mes anterior”. “Con esta medición de base, agosto cerraría con una inflación en torno al 6%. Si bien esto representa una desaceleración respecto a julio, sería el tercer registro de inflación más alto de la Administración Fernández. Mientras que la inflación acumulada del año treparía al 55%”, agregó el economista.
“Además, tampoco podemos esperar una desaceleración brusca de la inflación en los próximos meses, ya que no se han anunciado ni implementado medidas para que ello ocurra. Hasta ahora no ha habido mayores esfuerzos para poner en orden las cuentas del Tesoro, cuyo déficit es el que ha arrastrado al Banco Central a financiarlo con emisión monetaria. La segmentación de tarifas para este año solo aportaría un ahorro fiscal de 0,06% del PBI, muy lejos de lo necesario para equilibrar la macro”, detalló Marí.
“Mientras que, por su lado, el Central ha entrado en un callejón de difícil salida, con un tipo de cambio oficial artificialmente atrasado y niveles de deuda remunerada por $7 billones. En particular esto último ya genera una dinámica propia de emisión para pagar intereses de la deuda para un BCRA casi sin activos propios. En otras palabras, el BCRA ya tiene su situación patrimonial bastante comprometida; si sigue asistiendo al Tesoro de manera directa o indirecta, seguirá bajando el valor de un peso argentino que ya viene bastante golpeado”, concluyó el economista de Libertad y Progreso.
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