Vacunas bivalentes de Pfizer y Moderna: la super protección contra el COVID que identificó un estudio
Las vacunas bivalentes están cambiando la forma en la cual la sociedad se enfrenta al Covid-19: estos sueros desarrollados tanto en base a la cepa original del SARS-CoV-2, surgida en China, como así también a la variante Ómicron que actualmente predomina en todo el mundo, ofrecen una protección de mayor calidad frente al contagio.
En este sentido, el reconocido médico e investigador estadounidense Eric Topol compartió a través de sus redes sociales nuevos datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) que evidencian la ventaja de los refuerzos con vacunas bivalentes ante las monovalentes que salieron en primer lugar al mercado.
Según la información actualizada de los CDC compartida por Topol, la protección ante el SARS-CoV-2 con este tipo de vacunas previene aún más la muerte por Covid-19, especialmente para los adultos mayores.
Mientras que la reducción de la posibilidad de deceso con las vacunas monovalentes alcanza el 83% para en el segmento etario de entre 65 y 79 años, con las vacunas bivalentes este número aumenta al 93%.
Esta estadística se calcula en contraste con los no vacunados, es decir, quienes no se aplicaron un refuerzo en los últimos seis meses, e implica que, al aplicarse una vacuna que también cubre a la variante Ómicron, la protección ante la muerte por infección de SARS-CoV-2 aumenta un 10% respecto a los sueros originales.
Además, para el grupo etario de mayores de 80 este valor se incrementa aún más: quienes recibieron una vacuna bivalente tienen un 87% más de chances de sobrevivir al Covid-19 en contraste con quienes no reforzaron su esquema base de dos dosis en los últimos seis meses, mientras que los protegidos con vacunas monovalentes tienen un 72% de probabilidades.
Los CDC también explicaron que quienes recibieron una dosis de refuerzo bivalente evidenciaron «tasas más bajas de muerte por Covid-19 y tasas ligeramente más bajas de positividad» en comparación con los vacunados con monovalentes en el último tiempo.
Tal como indica la entidad, y en línea con la premisa en la que insisten los especialistas de la salud a lo largo del mundo, «todos los grupos vacunados tienen un riesgo general más bajo de morir por Covid-19 y dar positivo en comparación con las personas que no estaban vacunadas».
Esto evidencia que la vacunación disminuye con fuerza la posibilidad de infectarse, sufrir una enfermedad grave e incluso fallecer, aunque puede ocurrir que los vacunados con sueros monovalentes se contagien y sufran el Covid con efectos leves o incluso nulos.
VACUNAS BIVALENTES: ¿CUÁLES SON SUS BENEFICIOS?
Las vacunas bivalentes se diferencian de las originales por el mayor alcance en la inmunidad que brindan. Mientras las denominadas de primera generación, que salieron al mercado a fines de 2020, protegían contra las variantes originales del virus, estos nuevos desarrollos suman a distintos linajes de la variante Ómicron, predominante en todo el mundo desde el año pasado.
Sus principales ventajas se pueden resumir en tres puntos principales: mayor tolerabilidad y perfil de seguridad más alto, por ende, menos efectos adversos; mayor duración de la protección inmune a lo largo del tiempo y mejor respuesta inmune a las cepas circulantes actualmente, con especial protección contra la hospitalización y las muertes por SARS-CoV-2.
Pese a que estos sueros ya se aplican en EE.UU. y Europa desde hace casi medio año, recién a fines de enero comenzaron a llegar a la Argentina los primeros lotes de Pfizer y a principios de este mes arribaron unas tres millones de dosis bivalentes de Moderna.
Según adelantó el director Médico y Científico para América Latina del laboratorio Moderna, el bioquímico Rolando Pajón, en una reunión informativa realizada hace algunas semanas, uno de los grandes beneficios de las vacunas bivalentes es que esta podría requerir un solo refuerzo anual.
«Una bivalente es capaz de generar una protección inmune más alta en términos de capacidad neutralizante y más importante, dura más en el tiempo», explicó Pajón respecto a las dos grandes ventajas de las bivalentes: su mayor protección y duración.
Es por esto que, en los Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ya analiza establecer como política pública este nuevo esquema en el que los individuos sanos se deberían reaplicar una bivalente cada 12 meses.
Finalmente, otro de los grandes beneficios que presentan los sueros bivalentes de Moderna es su alto perfil de seguridad, el cual supera al de las vacunas monovalentes del mismo laboratorio.
Según indican los estudios realizados por la biotecnológica, «la vacuna bivalente es segura, tiene un perfil de tolerabilidad muy favorable y es capaz de generar una respuesta inmune más alta contra las cepas circulando tanto ahora como antes».
Por estas razones, y dado la facilidad que las vacunas de ARN Mensajero contra el SARS-CoV-2 tienen para adaptarse a nuevas cepas y mutaciones del virus, el futuro de la lucha contra la pandemia se basará en buena parte en su actualización para enfrentar a las amenazas más recientes con rapidez.
VACUNAS DE PFIZER Y MODERNA: LOS EFECTOS SECUNDARIOS A TENER EN CUENTA
Pese a sus múltiples beneficios y el hecho de que la vacunación es la forma más eficaz y completa de prevenir la enfermedad grave por Covid-19 e incluso la muerte, los distintos sueros también pueden generar efectos secundarios moderados, aunque molestos e incluso dolorosos.
Entre la lista difundida por el Comité Europeo de Farmacovigilancia (PRAC), entre los efectos adversos más comunes post-vacunación puede llegar a ocurrir:
Fiebre;
Malestar general;
Cefalea;
Mialgia;
Dolor en la zona de aplicación.
Además de estos, el efecto secundario más doloroso según los que recibieron estas vacunas es la artralgia: es la incomodidad, dolor o inflamación que surge en el interior de una articulación.
Este efecto secundario que detectó el Comité en los vacunados suele acompañarse de enrojecimiento en la piel de la zona, además del dolor que responde a la artralgia.
El Cronista