Bronquiolitis: Cuáles son los síntomas, cómo se transmite y cómo se previene
La bronquiolitis es una infección respiratoria aguda que ocurre con mayor frecuencia en los meses de otoño-invierno y afecta sobre todo a los menores de 2 años. Puede ser causada por distintos virus; el más común es el Virus Sincicial Respiratorio (VSR).
Afecta las vías aéreas pequeñas (inflamación de los bronquiolos), provoca distintos grados de dificultad para respirar y se manifiesta con agitación, tos, decaimiento, dificultad para alimentarse o dormir.
El ministro de Salud Pública, doctor Luis Medina Ruiz, indicó que al no tener vacunas para el virus (no hay jarabes ni antibióticos), es fundamental controlar que el compromiso respiratorio no afecte la oxigenación normal y asegurarse de que el bebé pueda alimentarse e hidratarse lo suficientemente bien, pese a la dificultad respiratoria.
“La mejor prevención es evitar el contagio. Este virus puede ser trasportado y contagiar a ese recién nacido o lactante, es por eso que debemos tener ciertas precauciones como el lavado de manos, el uso del barbijo cuando me acerco a un niño y evitar que el bebé tenga muchas visitas”, explicó el ministro a la vez que brindo ciertas recomendaciones.
Cuándo sospechar que un bebé tiene bronquiolitis
Si tiene uno o más de estos signos:
Respiración muy rápida.
Aletea la nariz.
Se le hunde el pecho o las costillas al respirar.
Se queja mientras respira.
Entrecorta la alimentación o le cuesta prenderse al pecho.
Esta irritable o le cuesta dormirse.
Color azulado en la piel, las uñas o los labios debido a la falta de oxígeno (cianosis): en este caso necesita tratamiento urgente.
Cómo prevenir la bronquiolitis y otras infecciones respiratorias
Los virus que causan infección respiratoria aguda se transmiten de una persona a otra por el contacto directo entre las manos y superficies contaminadas, y a través de las secreciones nasales o las gotitas de saliva que viajan por el aire cuando una persona enferma habla, estornude o tose.
Las siguientes medidas contribuyen a prevenir las infecciones respiratorias:
Mantener la lactancia materna.
Cumplir con el Calendario Nacional de Vacunación.
No exponer a los niños al humo del cigarrillo ni de braseros o estufas a leña.
Higienizar frecuentemente, con agua y jabón, los elementos del bebé (chupetes, juguetes) y las superficies donde se lo cambia o donde se preparan sus alimentos.
Practicar el lavado de manos frecuente, a los niños y a los convivientes, con agua y jabón. Se puede reforzar la higiene con alcohol en gel.
Ventilar los ambientes de la casa al menos una vez al día.
Mantener alejados a los bebés de las personas que están resfriadas o tienen tos.
Si los cuidadores principales tienen alguna infección de las vías respiratorias deben lavarse las manos, especialmente antes de alzar, cambiar o alimentar al bebé. Pueden usar el tapaboca como medida de apoyo, para evitar el contagio por secreciones.
No se debe colocar tapaboca en los niños menores de 2 años.
En los niños con más riesgo de bronquiolitis grave (menores de 3 meses, prematuros, con enfermedades crónicas) no está recomendada la asistencia al jardín maternal.
MSP