Miguel Abbondándolo renunció a su cargo en Atlético Tucumán
La fiesta de despedida que Román Riquelme tuvo el pasado domingo en la Bombonera, dejó muchas «perlitas» y también una polémica inesperada. Además del desfile de estrellas futbolísticas, ovaciones de la hinchada y agradecimientos del ídolo xeneize, una imagen durante la transmisión del partido desató la furia de los hinchas decanos. En medio de una tribuna teñida de azul y amarillo, las cámaras captaron la presencia de un directivo de Atlético Tucumán flameando una bandera xeneize. Bastaron esos segundos de televisación para que la fiesta de Román se transformara en la pesadilla de Miguel Abbondándolo, quien hasta ese momento se desempeñaba como vocal del club decano.
Durante la noche del domingo, las redes sociales estallaron contra el dirigente por presenciar un partido ajeno a la institución que pertenece y le reclamaron no acompañar al equipo decano que esa misma noche sufría una dura derrota ante Sarmiento de Junín.
Explicaciones y pedido de disculpas
El dirigente cuestionado expuso una justificación y pidió disculpas, horas más tarde presentaría su dimisión a su cargo.
Abbondándolo comentó que fue al estadio de Boca Juniors para cumplir el sueño de su hija de siete años: «me venía pidiendo ir a verlo a Messi, ella ni sabe quién es Riquelme. Quizás era la única oportunidad que tenía para llevarla. Cuando vino a Santiago del Estero y Buenos Aires no pudimos ir y en los partidos de Eliminatorias es más complicado».
«Estaban repartiendo banderas (de Boca) y ella quería una. Como era muy pesada la agarré yo. Es todo lo que hicimos», detalló el vicepresidente del club decano. «Pido disculpas si ofendí a alguien», sostuvo el encargado del fútbol profesional. «No soy hincha de Boca, soy de Nueva Chicago porque estuve gran parte de mi vida en Villa Madero que es a pocas cuadras de la cancha», aclaró.
Finalmente, en la noche del lunes, Abbondándolo presentó su renuncia y con su alejamiento de la comisión directiva de Atlético Tucumán desactivó los pedidos de destitución que habían realizado algunos hinchas.