Biden: «Hamas y Putin quieren aniquilar democracias, y eso no podemos permitirlo»
En un discurso al país luego de su viaje de esta semana a Medio Oriente, el presidente estadounidense Joe Biden dijo este jueves por la noche que «Hamas y (el presidente ruso Vladimir) Putin quieren aniquilar por completo a democracias vecinas, y eso no podemos permitirlo», señalando que pedirá al Congreso de Estados Unidos que apruebe más ayuda para Israel y Ucrania, a los que calificó como «nuestros socios esenciales».
«Estados Unidos estará más seguro durante generaciones si ayuda a estos dos países en guerra», insistió Biden, en un inusual discurso desde el Despacho Oval de la Casa Blanca.
«Hamas y Putin son amenazas diferentes, pero tienen algo en común: ambos quieren aniquilar por completo una democracia vecina», señaló el mandatario demócrata, de 80 años, que acaba de regresar de Tel Aviv, donde se reunió con el al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ratificando el apoyo de EE.UU. a Israel, pero además tratando de que el premier judío no escale el conflicto con Hamas enviando la anunciada «ofensiva terrestre» sobre la agobiada población de Gaza.
El tema de los ataques de Hamas no debe mezclarse con la terrible situación que atraviesan millones de habitantes en Gaza, que no tienen agua, alimentos ni medicamentos luego que Israel bloqueara por completo su frontera tras las salvajes ataques de Hamas asesinando a hombres, mujeres y niños en el sur del país.
Biden señaló que «pedirá este viernes al Congreso que financie urgentemente más ayuda a Israel y Ucrania», países a los que consideró «nuestros socios esenciales».
«Esa ayuda es una inversión inteligente que dará dividendos para la seguridad estadounidense durante generaciones. Ayudará a mantener a las tropas estadounidenses fuera de peligro, y a construir un mundo que sea más seguro, más pacífico y más próspero para nuestros hijos y nietos», recalcó Biden.
«El liderazgo estadounidense es lo que mantiene unido al mundo. Las alianzas estadounidenses son las que nos mantienen seguros a nosotros, Estados Unidos. Los valores estadounidenses son los que nos convierten en un aliado con el que otras naciones quieren trabajar», dijo.
«Estados Unidos es un faro para el mundo. Todavía. Todavía», indicó el presidente demócrata, que apuntó con su discurso a convencer a los legisladores rivales republicanos de que voten más fondos, pero también a buena parte del electorado estadounidense, ya cansado de esas asistencias por guerra a miles de kilómetros de distancia.
Vinculando la defensa de Israel con la de Ucrania, Biden espera lograr el consenso que hasta ahora le ha faltado en el Congreso para financiar una ayuda militar adicional a Kiev. También es una oportunidad para distinguirse de un Partido Republicano que está en ebullición desde que algunos congresistas republicanos cercanos al expresidente Donald Trump provocaron la destitución de Kevin McCarthy como presidente de la Cámara Baja, sin conseguir hasta ahora imponer a uno de los suyos como sucesor.
De modo que el Congreso está sumido en una crisis, incapaz por el momento de aprobar el más mínimo proyecto de ley. «No podemos permitir que la política mezquina y partidista y la ira se interpongan en nuestra responsabilidad como gran nación. No podemos ni permitiremos que ganen terroristas como Hamás y tiranos como Putin. Me niego a permitir que eso suceda», insistió Biden, convencido de que su país sigue siendo el guardián de la libertad.
Joe Biden: «Somos un faro para el mundo»
«Poner todo eso en riesgo, si nos alejamos de Ucrania, si le damos la espalda a Israel, simplemente no vale la pena», apuntó Biden, que según fuentes de la Casa Blanca pediría al Congreso 100.000 millones de dólares para Ucrania, Israel, Taiwán y la crisis migratoria en la frontera con México.
Unas horas antes de su discurso, el presidente estadounidense habló con su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, quien le dio las gracias por el «apoyo vital» de Estados Unidos en la guerra desatada luego de la invasión de Rusia.
Los republicanos dudan sobre la conveniencia de aumentar la ayuda militar a Ucrania, pero son los primeros en exigir un apoyo masivo a Israel y más firmeza en materia migratoria y con respecto a China.
La administración Biden ya ha invertido decenas de miles de millones en Ucrania, debe superar no sólo el hastío de algunos congresistas, sino también el de la opinión pública estadounidense ante una guerra que se alarga.
Biden podría enfrentarse nuevamente a Trump en las elecciones presidenciales de noviembre del año próximo, sabe que el tiempo se agota: si el Congreso no aprueba un presupuesto anual, Estados Unidos caerá en la parálisis presupuestaria el 17 de noviembre.
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