Brasil e Israel, cerca de la ruptura luego de que Lula comparara ofensiva en Gaza con el Holocausto
Israel declaró este lunes al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, persona non grata por haber comparado al Holocausto con la ofensiva israelí en la Franja de Gaza, a la que calificó de «genocidio» de palestinos, tras lo cual Brasilia redobló la apuesta llamando a consultas a su embajador en Tel Aviv y convocando al embajador israelí en Brasilia a dar explicaciones.
La extrema derecha brasileña, alineada con el Gobierno israelí del primer ministro Benjamin Netanyahu, se metió en la disputa y anunció que impulsará el juicio político de Lula por exponer a Brasil al riesgo de una guerra con una nación extranjera -Israel- o comprometer su neutralidad en el largo conflicto entre israelíes y palestinos.
Además, el abogado de Jair Bolsonaro invitó al embajador de Brasil en Israel a participar de una marcha que el expresidente de extrema derecha, el antecesor de Lula, convocó días atrás para el próximo domingo en San Pablo a fin de denunciar lo que ve como una campaña en su contra del Gobierno y la Justicia, que lo investiga por una presunta trama golpista contra Lula.
La crisis entre Brasil e Israel se originó el domingo cuando Lula dijo en Etiopía, tras participar como invitado de una cumbre de la Unión Africana, que «lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza con el pueblo palestino no ha existido en ningún otro momento histórico. En realidad, ha ocurrido: cuando Hitler decidió matar a los judíos».
Lula también agregó que lo que sucedía en Gaza, donde cuatro meses de ofensiva de Israel han dejado más de 29.000 muertos, en su mayoría civiles, no es una guerra entre militares israelíes y combatientes del movimiento islamista Hamas sino una guerra de soldados contra mujeres y niños, a la que calificó de «genocidio» de palestinos.
El mandatario había reiterado en Egipto el viernes pasado, en el marco de su gira por África, que condenaba los ataques «terroristas» cometidos por Hamas el 7 de octubre en Israel, que terminaron con unos 1.200 muertos, en su mayoría civiles, y unos 240 secuestrados y que desataron la ofensiva en Gaza.
Lula dijo también que estaba decidido a ampliar las donaciones brasileñas a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa), a la que Estados Unidos y más de una decena de países occidentales suspendieron la ayuda financiera luego de que Israel acusara a varios de sus miembros palestinos de haber participado de los ataques del 7 de octubre.
Ya con Lula de regreso en Brasil, el gobierno de Netanyahu -un aliado de Bolsonaro- declaró este lunes al presidente brasileño persona no grata y dijo que no podrá entrar a Israel hasta retractarse y disculparse.
Además, la Cancillería israelí convocó al embajador brasileño en Tel Aviv, Frederico Meyer, para comunicarle la decisión sobre Lula.
«Lula cruzó una línea roja y debería tener vergüenza de sus palabras», dijo el derechista Netanyahu al repudiar la visión brasileña de que lo que hace Israel en la Franja de Gaza es un genocidio de mujeres y niños palestinos.
La reacción de Netanyahu «es algo absurdo», dijo a Télam el asesor especial de asuntos internacionales de Lula, el excanciller Celso Amorim, quien agregó que el Gobierno de Netanhayu está «aislado» en el plano internacional a raíz de su determinación de continuar con la ofensiva en Gaza e incluso de ampliarla.
En respuesta a la decisión de Israel, Brasil llamó a consultas sin fecha de retorno al embajador Meyer -un gesto considerado la antesala de una posible ruptura de relaciones- y convocó al embajador israelí en Brasilia debido a «la gravedad de las declaraciones del gobierno de Israel», dijo la Cancillería en un comunicado.
La comunidad judía en Brasil se mostró dividida respecto de la disputa, con repudios a Lula de varias entidades judías y el apoyo de otras, como el grupo Judíos por la Democracia, que se considera antisionista.
Lula y Amorim se reunieron con asesores en el Palacio del Planalto, la sede de la Presidencia, en Brasilia, en coordinación con el canciller Mauro Vieira, quien estaba en Río de Janeiro preparando la cumbre de cancilleres del G-20 que se inicia el jueves.
Fue allí que se decidió la medida diplomática más extrema con Israel.
«Ante la gravedad de las declaraciones del gobierno israelí, el ministro Mauro Vieira, que se encuentra en Río de Janeiro para la reunión del G20, convocó al embajador israelí, Daniel Zonshine, a presentarse hoy en el Palacio de Itamaraty, en Río, y llamó a consultas al embajador de Brasil en Tel Aviv, Frederico Meyer, que mañana parte hacia Brasil», dijo la Cancillería en un comunicado.
Los seguidores del expresidente Bolsonaro (2019-2022) arremetieron contra Lula por sus declaraciones sobre Israel.
La diputada Carla Zambelli informó que un grupo de más de 40 legisladores presentará un pedido de juicio político contra el presidente bajo el argumento de “cometer un acto de hostilidad contra una nación extranjera, exponiendo a la República al peligro de guerra o comprometiendo su neutralidad”.
Bolsonaro convocó la semana pasada a sus seguidores a participar de un acto el domingo próximo para repudiar las investigaciones en su contra que lleva adelante el Supremo Tribunal Federal, que lo acusa de haber liderado una trama golpista contra Lula que culminó en un ataque a los tres poderes del Estado de cientos de sus seguidores, el 8 de enero de 2023 en Brasilia.
En ese marco, el exministro bolsonarista de Comunicación Social y abogado personal de Bolsonaro, Fabio Wajngarten anunció por las redes sociales que pedirá a Bolsonaro y al financista del evento, el pastor evangelista ultraderechista Silas Malafaia, invitar al embajador de Israel en Brasilia, Daniel Zonshine, a la manifestación del domingo en la Avenida Paulista.
Parte del Partido de los Trabajadores (PT), la agrupación de izquierda de Lula, pidió el año pasado la expulsión de Zonshine por haber invitado a Bolsonaro a una reunión en el Congreso brasileño para proyectar un video de los ataques de Hamas en Israel del 7 de octubre, pese a las acusaciones contra el expresidente por el asalto de sus partidarios a la sede legislativa de 2023.
El gobierno de Bolsonaro tuvo a Netanyahu como uno de sus principales socios internacionales, al punto que el primer ministro israelí realizó en 2019 la primera visita oficial a Brasil como forma de estrechar su alianza.
El repudio a Lula desde el bolsonarismo llegó también de la mano de los gobernadores de Paraná, Carlos Massa Ratinho Junior, y de Goiás, Ronaldo Caiado.
Caiado participará el domingo de las protestas en defensa de Bolsonaro, al igual que otros líderes de la extrema derecha como el gobernador paulista, Tarsício de Freitas, y el de Santa Catarina, Jorginho Mello.
En otra línea de acción, tres diputados del libertario Partido Novo, que gobierna el estado de Minas Gerais, anunciaron que presentarán una denuncia por delitos de antisemitismo contra Lula ante la Fiscalía General de la República.
Brasil acompaña una denuncia de genocidio del pueblo palestino presentada contra Israel por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la ONU.
Télam