Las 5 polémicas del Superclásico y cómo influyó el arbitraje de Yael Falcón Pérez. VIDEO
El Superclásico de cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional tuvo de todo y no faltaron las polémicas. Si bien es cierto que hubo una que quedó en el centro de la discusión, por el impacto que tuvo en el juego el gol anulado a River cuando el partido estaba igualado en el arranque del segundo tiempo, la realidad es que esa no fue la única jugada discutida sobre la que tuvieron que decidir Yael Falcón Pérez, el árbitro del partido en el Kempes, y Jorge Baliño en el VAR.
El análisis de las grandes polémicas del Superclásico
La primera fue por un empujón que pidió todo River de Lautaro Blanco a Borja adentro del área, pidiendo penal por una carga sobre la espalda. El árbitro estaba de frente a la jugada, y de una decidió que no había habido falta. En el arranque del segundo tiempo se dio la jugada del que parecía ser gol en contra de Lema pero gracias a la reacción de Chiquito Romero y la intervención del VAR, el partido siguió 1-1. En esta, Falcón Pérez no tuvo más que esperar la resolución desde la cabina: Baliño y sus compañeros de VAR se tomaron su tiempo para ver todas las cámaras para indicarle que no había entrado toda. Si bien en las imágenes de transmisión no se vio ninguna que muestre claramente que era una u otra cosa, una foto viral en las redes sociales confirmó que Chiquito la sacó sobre la línea y que la pelota no entró completa.
Las otras tres grandes polémicas, en tanto, tuvieron que ver con posibles expulsiones que ni el juez ni el VAR decidieron resolver con roja. Promediando el segundo tiempo y ya con el partido 3-1 para Boca, Facundo Colidio le metió un planchazo tremendo a Kevin Zenón en la pantorrilla derecha: Falcón Pérez la estaba viendo y le sacó amarilla, salvándolo de lo que tranquilamente podría haber sido una expulsión. Minutos después, Villagra siguió el recorrido de su pierna al golpear la pelota y terminó impactando a Equi Fernández en la parte superior de su pierna derecha. Otra acción que el juez resolvió con amonestación, aunque en esta pareció haber mayor consenso que en la de Colidio.
La última fue sobre el final del partido, y por una falta de un hombre de Boca a uno de River: Enzo Díaz desbordó sobre el costado izquierdo y Nicolás Figal salió a cruzarlo con una patada altísima, que impactó al lateral del Millo por encima de la cintura. Otra acción que pareció merecer algo más que la amarilla que sacó el juez, pero que Falcón Pérez determinó mostrar solo amonestación.
Da la sensación de que ninguna de las tres jugadas de expulsión hubiesen cambiado radicalmente el juego: las primeras dos, de River, tenían al Millo perdiendo y a lo sumo se le hubiese hecho todavía más cuesta arriba de lo que se le hizo la recta final del partido como para ilusionarse con un empate al menos, mientras que la de Figal, por el poco tiempo que quedaba, tampoco le hubiese servido de mucho al equipo de Demichelis.