Plazo fijo: cuáles son los bancos que más pagan por los depósitos tras una nueva baja de tasas
Luego de dos bajas de la tasa de política monetaria del Banco Central en el mes de abril, los bancos recortaron los rendimientos que ofrecen a sus clientes por sus depósitos a plazo fijo a 30 días. En todos los casos, se ubican muy por debajo de la inflación.
La autoridad monetaria llevó su tasa de referencia del 70% al 60% nominal anual, lo que repercute en el rendimiento de los plazos fijo. El recorte en la mayoría de los bancos fue de 10 puntos porcentuales en promedio. Mientras que la semana pasada, la Tasa Nominal Anual (TNA) de las entidades bancarias se movía en el rango de entre 61%, ahora se ubican en 50 por ciento.
De todos modos, la baja no es tan pronunciada como cuando la autoridad monetaria eliminó el piso de 110% nominal anual que debían pagar los bancos por los depósitos tradicionales para minoristas, momento en el cual el recorte alcanzó los 40 puntos. Pero si fue acelerada: el BCRA recortó 20 puntos la tasa de referencia este mes y los bancos lo siguieron.
Así, el banco que tiene las tasas más altas, ofrece una tasa efectiva mensual del 4,36 por ciento. Es decir, por ejemplo, colocando un depósito a plazo fijo a 30 días de $100.000 se obtendrá un rendimiento de $4.356,16 en concepto de intereses.
La trayectoria de las tasas
Desde que asumió el nuevo gobierno diciembre pasado, el ministro de Economía Luis Caputo mantiene las tasas de interés negativas en términos reales, es decir, que ofrecen un rendimiento que no alcanza a compensar por la pérdida en el poder adquisitivo del dinero a causa de la inflación, la cual alcanzó el 11% mensual y 287,9% interanual en marzo.
En diciembre, el BCRA recortó las tasas de los depósitos a plazo fijo a 30 días del 133% al 110% nominal anual. Y a principios de marzo bajó la tasa de referencia y eliminó el piso de tasas que imponía a los bancos para sus depósitos. Durante abril, mientras tanto, aplicó dos recortes de 10 puntos porcentuales cada uno en apenas 15 días. La llevó así a su nivel actual del 60% nominal anual.
La estrategia es evitar que los pasivos remunerados del BCRA (las Leliq, primero, y los pases pasivos) generen emisión endógena de dinero al pagar rendimientos que hagan crecer la masa monetaria a un ritmo mayor que la inflación.
Como el rendimiento de los depósitos a plazo fijo depende en gran medida de lo que pagan los pasivos monetarios del BCRA a las entidades bancarias, el resultado que obtienen los ahorristas por los plazos fijos se desplomó.
Al comunicar la baja de tasas el pasado 11 de abril, la autoridad monetaria aseguró: “Desde el 10 de diciembre, la base monetaria y la base monetaria amplia(incluyendo pasivos remunerados en pesos) se han reducido a un ritmo de 10,5% y 5,8% promedio por mes, respectivamente, en términos reales. La contribución de este ancla monetaria a la desaceleración de la inflación ha sido posible a partir de la resolución inmediata de dos grandes desequilibrios macroeconómicos acumulados”.
En la última baja de tasas, la del último jueves 25, ni siquiera hubo comunicación oficial. El BCRA apenas se contentó con recortar los rendimientos ofrecidos en el sistema Siopel sobre el que se basan las operaciones entre bancos. El recorte coincidió con una difícil licitación de deuda en pesos del Tesoro y la baja de tasas pareció buscar que los bancos buscaran mejores rendimientos en los papeles del Tesoro con el fin de evitar un fracaso de la operación.