Marcelo Gallardo fue despedido de Al-Ittihad, luego de una serie de malos resultados
Es un impacto mayúsculo. Marcelo Gallardo fue despedido de Al-Ittihad, el equipo de Arabia Saudita, luego de una serie de malos resultados. El entrenador más ganador de la historia de River nunca le encontró la vuelta al equipo, más allá de los cortocircuitos con Karim Benzema y las ausencias de peso de algunas figuras en los últimos encuentros por lesión. El Muñeco, en su primera experiencia en el exterior lejos de Núñez, no estuvo a la altura de sus pergaminos, conseguidos en nuestro medio y en América del Sur.
La intención, en una primera instancia, era terminar la temporada y alejarse de Arabia Saudita, pero las autoridades tomaron una drástica decisión con el conductor, de 48 años, que duró apenas seis meses en suelo árabe. Dirigió 30 partidos, con un opaco saldo de 14 victorias, 3 empates y 13 derrotas. En estas horas, se están resolviendo los detalles de su salida. Y si va a dirigir los últimos tres partidos que restan del certamen local.
Resulta un golpe duro para el aura de un entrenador que fue candidato para asumir en el seleccionado nacional y fue requerido por varios clubes de Europa (incluso en los últimos días se lo mencionó en Milan, cada día con más insistencia, Bayern Munich y Sevilla, según se conoció en las últimas horas), pero se inclinó por una propuesta millonaria. No le fue nada bien, más allá de la adaptación (que le costó), el idioma y un mundo diferente al que todos conocemos.
Marcelo Gallardo había vivido el viernes pasado uno de los peores días desde que dirigía en Arabia Saudita. Desde que conduce en general, tal vez, porque nunca había sufrido como DT una derrota por cinco goles como local y quizás tampoco una pregunta tan incisiva, en la que se le enrostró ser el segundo DT más caro entre los entrenadores del mundo.
Su Al-Ittihad ya estaba en picada. Tras la derrota de hace casi un mes por la Supercopa de Arabia Saudita, un lapidario 0-5 en casa frente a Al-Ettifaq resultó la tercera caída sucesiva en la Saudi Pro League, y se desvaneció la posibilidad de acceder a la Champions League de Asia: la disputarán los tres primeros del torneo, y el equipo amarillo marcha quinto, a 8 puntos del tercero y con apenas tres fechas para el final del campeonato. Dependía de un milagro para disputar una copa internacional.
La campaña, en general, tuvo poco y nada de su impronta. Lejos de su estirpe, de la “guardia alta” o el “que la gente crea”. Literalmente: fue otro mundo. Y con Benzema, dueño de una carrera sensacional, tuvo más problemas que soluciones. No hubo buena sintonía casi nunca. En River no le sucedió. Hubo excepciones, claro. Como el tramo final de la relación con Lucas Pratto. No mucho más.
El título de campeón ya era una quimera antes de su despedida: Al-Hilal, el conjunto del brasileño Neymar (lesionado) y el arquero marroquí Bono, suma 89 unidades, 39 más que el que dirigía Gallardo. También el de subcampeón era imposible: Al-Nassr, con Cristiano Ronaldo, acumula 27 puntos más, 77.
A mediados de abril, Al-Ittihad perdió la final por la Supercopa de Arabia Saudita a manos de Al-Hilal, el equipo del portugués Jorge Jesús, por 4-1. Ese día, un espectador, con vestimenta tradicional de Medio Oriente, le propinó un par de latigazos a uno de los jugadores dirigidos por Gallardo. Una auténtica locura.
Antes, en diciembre último, al cabo de un revés contra Al-Nassr de Cristiano, en las redes pasaron a apodar “Ben Hazima” al francés Karim Benzema, de origen argelino. “Ben Hazima” significa en árabe “Hijo de la Derrota”; el delantero cerró su cuenta de Instagram. Ahora, los cuestionamientos llegaron directamente al ex entrenador de River.
El 0-5 de este viernes fue la peor derrota. La más amplia. En la conferencia de prensa posterior se dio esta conversación del argentino con periodistas, traductor mediante:
Periodista: –Sabemos que el entrenador es el segundo de los mejor pagos en el mundo. ¿Cuál es el aporte que usted agregó a Al-Ittihad, sabiendo que tenía muchas ausencias?
Gallardo: –¿Y la pregunta?
Periodista: –Qué aportó usted a Al-Ittihad, sabiendo que le pagan muy bien, como al segundo entrenador del mundo.
Gallardo [leve risa]–… ¿Y una pregunta futbolística?
Periodista: –Estamos viendo que los problemas futbolísticos se repiten en el equipo. Cinco goles hoy.
Gallardo: –Lo primero que voy a decir –y que quede bien claro– es pedirles disculpas a los fans de Al-Ittihad. La desilusión del momento que estamos atravesando es mucha. Estamos en una situación en la cual todo nos cuesta, todo nos cuesta, como nos ha costado todo el semestre. No voy a buscar excusas. La responsabilidad… Ya les dije: si quieren un responsable, acá está el responsable. Pero a esta problemática que existe hoy en cuanto al rompecabezas habitual que es el armado del equipo la hemos tenido todo el semestre. No voy a buscar excusas. Hoy jugamos contra un rival que –si se observa– se repite en la formación, ¿no? Se repite en la formación, partido tras partido. Partido tras partido. Y nosotros hoy jugamos con los jugadores que estaban disponibles.
El Muñeco tenía contrato hasta junio de 2025 y contaba con una cláusula para extenderlo por dos años más. Los resultados no lo acompañaron, ya que no pudo pelear por el título de la Liga Profesional Saudí, cayó en cuartos de final del Mundial de Clubes 2023 y perdió en reiteradas ocasiones ante Al Hilal; las derrotas más dolorosas fueron en los cuartos de final de la AFC Champions League y en la final de la última Supercopa de Arabia Saudita. Jorge Jesús se convirtió en su ‘bestia negra’ como entrenador.
Según cuentan los que lo conocen en la intimidad, Gallardo se sentía frustrado por los resultados y también porque la relación con Benzema tuvo chispazos. El 9 tuvo en general un deslucido trabajo como el resto del equipo. La aventura de Gallardo en Arabia Saudita resulta un paso atrás en su carrera. Al Muñeco siempre le gustó dirigir equipos competitivos, con buenos planteles y jugadores con carácter e inteligentes para poder pelear por los primeros puestos de la tabla.
La Nación