Juicio caso Rocío Rojas: “Lo que le hicieron no tiene palabras. Era una niña alegre y buena” dijo la madre de la pequeña

Juicio caso Rocío Rojas: “Lo que le hicieron no tiene palabras. Era una niña alegre y buena” dijo la madre de la pequeña
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En el marco del juicio que se lleva adelante por el crimen de la menor de cuatro años, declaró la madre de la víctima. “Quiero justicia por mi hija. Hasta el día de hoy no entiendo por qué le hicieron el daño que cometieron”, declaró. También declararon expertos del ECIF.

Este miércoles 22 de mayo prosiguió el debate oral en contra de Edgardo Hernán Caro, de 38 años y de María Carolina Graneros, de 40, quienes llegan acusados por el asesinato de la nena de cuatro años. Oportunamente, Mauro Véliz, yerno de la mujer, fue condenado en un juicio abreviado. La Fiscalía pidió penas de prisión perpetua.
Por el Ministerio Público Fiscal interviene la Unidad Fiscal de Homicidios I, de Pedro Gallo, secundado por la auxiliar de fiscal Julieta Molé y Juan Vilardi, del equipo de la UFI.
Durante la jornada se continuó con la recepción de testigos. En este caso, declaró Maira Antonella Rojas, madre de la víctima. “Quiero justicia por mi hija. Hasta el día de hoy no entiendo porque le hizo el daño que cometió contra mi hija. Lo que le hicieron no tiene palabras. Mi hija era una chiquita feliz, muy alegre. Era una niña buena”, señaló.
Sobre la desaparición de la pequeña, explicó: “Recuerdo que fue Graneros con un móvil policial a mi domicilio, diciendo que yo la tenía a mi hija, dos policías ingresaron a mi casa y comprobaron que eso no era así. En ese momento entré en crisis. Ella había denunciado que mi hija estaba desaparecida. Graneros era madrina de la nena. Nunca le di la tenencia”.

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Declaraciones

También expusieron sus testimonios, investigadores expertos del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) del Ministerio Público Fiscal, quienes intervinieron el 2 de julio de 2021 junto a un equipo interdisciplinario a efectos de colaborar en la causa.
La tarea del ECIF fue trascendental con la intervención de todos sus departamentos especializados. Los escasos restos óseos que se recuperaron fueron analizados para corroborar que pertenecían a la niña.
Además, quien en ese momento era el jefe de la División Homicidios, aportó detalles del inicio de la intervención de los uniformados en las primeras horas. El uniformado recordó que al averiguar entre vecinos se conoció que la niña era sometida a maltratos.

La acusación

A partir de marzo de 2021, en circunstancias que la niña víctima de cuatro años, se encontraba viviendo en el domicilio de pasaje Neuquén de la ciudad de Lules, a cargo de Graneros y su pareja Caro, fue sometida a reiterados maltratos crueles e inhumanos por parte de los mismos, consistentes en golpearla en distintas partes del cuerpo, someterla a situaciones humillantes, obligándola a arrodillarse en maíz, a sostener mitades de ladrillos en sus manos, abandonándola en múltiples oportunidades al frío y desnuda en el patio en la madrugada y arrojándole agua fría mientras le recriminaba que se hacía sus necesidades encima.
Hasta que el día 30 de junio de 2021, mientras la niña se encontraba en la cama de la habitación que pertenecía a Caro y Graneros, el imputado Caro, quien junto con Graneros se encontraba encargado de la guarda, abusó sexualmente de la pequeña en horas de la tarde y nuevamente a la noche, aprovechándose de la situación de convivencia preexistente.
A continuación, frente al estado deplorable en que se encontraba la niña por los maltratos recibidos y la agresión sexual sufrida, se descompensó, por lo que los imputados, previo acuerdo de voluntades y actuando de manera conjunta y coordinada, aprovechándose del estado de indefensión de la menor y a los fines de lograr la impunidad, la cargaron convaleciente, en medio de los dos, en una motocicleta marca Motomel modelo 110 cc color azul con blanca, y la trasladaron hasta un terreno sito en el San Ramón, ubicado en la Reducción, Lules.
Allí, con claras intenciones de causarle la muerte de un modo cruel, inhumano y aumentando de manera innecesaria el sufrimiento, la tiraron en un pozo cavado para letrina y la prendieron fuego produciéndo de esta manera la muerte de la niña. A continuación, se retiraron del lugar, regresando Graneros a su domicilio en busca de colaboración para hacer desaparecer los restos de la pequeña, mientras que Caro se dirigió hacia su trabajo.
De esta manera, Graneros buscó a Veliz, y ambos se trasladaron en la misma moto al terreno mencionado. Una vez allí, los sujetos continuaron quemando los restos, hasta que los cargaron en bolsas de tipo arpillera y los trasladaron hasta abajo del puente del Río Colorado, el cual se encuentra a unos pocos kilómetros hacia el sur de la ciudad de la Reducción y los dos continuaron prendiéndole fuego para eliminar todo tipo de rastros para luego arrojar los restos al río, dándose a la fuga del lugar.
Tras ello, la imputada Graneros denunció falsamente la desaparición de niña en la Comisaría de Lules y, en ocasión de su búsqueda, Veliz aportó información falsa con el objeto de desviar el curso de la investigación y reforzar el encubrimiento, a sabiendas de que la víctima se encontraba ya sin vida.
El fiscal Gallo adelantó que la pretensión punitiva contra ambos imputados será la prisión perpetua. Las calificaciones legales son, para Caro: homicidio agravado por alevosía, ensañamiento, femicidio y criminis causa, en concurso real con lesiones y abuso sexual con acceso carnal agravado. En tanto, Graneros llegará acusada por homicidio agravado por alevosía, ensañamiento y criminis causa, en concurso real con lesiones. Por su parte, Mauro Leonel Veliz, de 24 años, ya fue condenado en un juicio abreviado por encubrimiento.

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MPF

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