Efecto derrumbe global: bonos en dólares cayeron hasta 4% y riesgo país llegó a superar los 1.700 puntos
El mercado argentino sufrió los embates del contexto global, que llevó a las principales bolsas del mundo a caer hasta 13,5%. En ese contexto, los bonos globales en dólares arrancaron la jornada con fuertes bajas, de hasta 10%, aunque promediando el día, recortaron baja y cedieron hasta casi 4%. Eso impactó directamente en el riesgo país, que durante este lunes superó los 1.700 puntos básicos.
De esta forma, los títulos soberanos que más perdieron fueron el Global 2029, que cedió 3,9%; el Bonar 2035 y el 2029, que bajaron 2,4% y el Global 2041, que cayó -2,2%. Algunos de estos bonos comenzaron la rueda perdiendo casi 10%.
En ese contexto, el riesgo país trepó 1,7% (27 puntos) a 1.639 puntos, su nivel máximo desde el 12 de marzo de este año, aunque durante esta jornada, llegó a superar los 1.700 puntos básicos.
Las causas del desplome global
La debilidad del mercado laboral en julio en Estados Unidos «señala que la Fed (la Reserva Federal, el banco central estadounidense) esperó demasiado para bajar sus tasas» de interés, estimó Pantheon Macroeconomics, que destacó que el dato de empleo publicado el viernes, principal detonante de la ola de ventas, se conoció dos días después de que la entidad decidiera mantener sin cambios sus tipos de interés de referencia.
La Fed mantiene en niveles inéditos en más de dos décadas sus tasas de interés, entre 5,25% y 5,50%. Las subió para enfriar la economía ante una elevada inflación. Tasas de interés altas encarecen el crédito y desalientan el consumo y la inversión, reduciendo así presiones sobre los precios.
«El detonante: un informe sobre el empleo en Estados Unidos», que hizo caer «las acciones y los rendimientos de los bonos» en Wall Street, explicó Stephen Innes, analista de SPI Asset Management. La tasa de desempleo estadounidense subió en julio más de lo previsto, hasta el 4,3%. Es la tasa de paro más alta en el país desde octubre de 2021.
El viernes, tras la publicación de los datos de empleo, el Nasdaq entró en zona de corrección con una caída de 2,43% a 16.776,16 puntos. Una corrección implica una pérdida de 10% desde el pico más reciente.
Otros factores detrás de la volatilidad incluyen la anticipación de una posible retaliación iraní tras la muerte de miembros de alto perfil de los grupos islasmistas Hamás y Hezbolá, atribuidas a, o asumidas por, Israel.
Para Peter Cardillo, de la consultora Spartan Capital, la debacle bursátil se debe a «una combinación de factores, entre el temor a una desaceleración de la economía estadounidense y la desactivación del carry-trade» en yenes de los fondos especulativos. Estos fondos dejan de utilizar este mecanismo, que consiste en tomar crédito en yenes a tasa baja para invertir en activos de riesgo como las acciones del Nasdaq. Ahora que el yen se fortalece y que el banco central japonés (BoJ) abrió la puerta a más subidas de tasas, «el dinero sale del mercado accionario, en particular en Japón», destacó Cardillo luego de la caída de más de 12% del Nikkei este lunes.
A pesar de los temores de recesión en la mayor economía mundial, CFRA Research «continúa prediciendo un ‘aterrizaje suave'» de la economía, esto es, una desaceleración con caída de la inflación, sin recesión, señaló en una nota su jefe de estrategia de inversiones, Sam Stovall, quien indicó que agosto es históricamente un período de debilidad para las acciones.
«No es Japón, es Estados Unidos. Aunque es cierto que la decisión del Banco de Japón de subir la tasa de interés cayó como una mala noticia en los mercados, el impacto principal repercute desde el gigante nortemaricano. Japón es una fuente de préstamos báratos, de carry trade, y EEUU está apalancado en sus préstamos. Vale ahora el dicho de que “Cuando Estados Unidos estornuda, al mundo le da gripe”, ya que lo que está sucediendo en este Lunes Negro es una evidencia más sobre ello», dijo Leonard Quinde Allieri, investigador de la Fundación Internacional Bases.
«A eso sumemos los temores de que EEUU entre en recesión por las nuevas cifras de empleo, sumado a que el mercado descuenta que la FED subirá la tasa en septiembre, el resultado es un sesgo bajista generalizado. Como agregado, la cuestión política de incertidumbre electoral en Estados Unidos tampoco ayuda», agregó.
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