Financiamiento universitario: la oposición consiguió el dictamen y se acerca al Senado
El Senado dictaminó este martes el proyecto de aumento presupuestario para las universidades nacionales, que ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados y es rechazado por el oficialismo con el argumento de que pone en riesgo el superávit fiscal. El Gobierno de Javier Milei ya deslizó que está dispuesto a vetar la iniciativa.
El dictamen se dispuso en el plenario de las comisiones de Educación y Cultura, y de Presupuesto y Hacienda, que conducen el kirchnerista Eduardo «Wado» de Pedro y el libertario Ezequiel Atauche, respectivamente. De todos modos, las intenciones por sesionar marchaban por carriles distintos, porque un sector pretendía llevarlo al recinto hoy y otro apostaba por el jueves próximo.
Para ese último caso, los bloques opositores buscaban además incluir el proyecto que implanta la Boleta Única de Papel (BUP), mientras la incertidumbre persistía respecto al DNU que le otorga fondos a la SIDE, que ya fue rechazado por Diputados.
El aumento de los recursos para las universidades nacionales, que incluye un incremento para los docentes y no docentes, generará un impacto fiscal de 735.598 millones de pesos, lo que implica el 0,14 por ciento del PBI, según informó la Oficina de Presupuesto del Congreso.
El proyecto obliga al Poder Ejecutivo a actualizar las partidas presupuestarias para cubrir gastos de funcionamiento, investigación y extensión en las universidades, y fija que cada dos meses el Gobierno deberá ajustar los presupuestos de las universidades de acuerdo a la inflación.
Cómo fue el debate por el presupuesto universitario
El primero en tomar la palabra fue Wado de Pedro, quien destacó que la media sanción que tiene como origen la Cámara de Diputado sólo «es un rescate urgente para garantizar el funcionamiento mínimo» de las universidades nacionales. “Para que el Gobierno nacional recapacite, desde noviembre hay una una inflación acumulada del 135%, pero la recomposición salarial fue de apenas el 57% y el poder adquisitivo bajó un 33%”, destacó y añadió: “El 80% de los docentes se encuentran debajo de la línea de la pobreza”.
Por su parte, Ezequiel Atauche, la voz de la Casa Rosada en la comisión, que se retiró rápidamente, explicó que el financiamiento de las casas de estudio es un tema que «preocupa» al oficialismo. “Hemos aumentado el presupuesto de educación, a pesar de que venía muy atrasado. Pusimos al día una cuestión que no se reclamaba y que empezaron reclamar, y que entendíamos que era razonable que todos los docentes y los presupuestos sean adecuadas», argumentó.
En esa línea, hizo énfasis en el pedido del Ejecutivo por auditar el presupuesto de las universidades, al advertir: «Tenemos que cuidar los bolsillos de los pagadores de impuestos argentinos. Queremos que los argentinos sepan los niveles de actualización y en qué se utilizan». “Entendemos que hay que cuidar el déficit cero porque es la forma en la que vamos a disminuir la inflación”, estableció e insistió: “Esto tiene un alto costo fiscal”.
Uno de los que salió al cruce de Atauche sin nombrarlo fue el senador de la UCR Flavio Fama, quien además de citar la autonomía de las universidades, sostuvo que es «injusto meter en la misma bolsa a todas las universidades». “Si hay algo que verdaderamente iguala a los argentinos es nuestro sistema de educación superior público que depende del Gobierno nacional”, remarcó y adelantó su voto positivo para el presupuesto universitario.
Otro radical que cargó contra el oficialismo fue el senador Martín Lousteau, que, principalmente, apuntó contra el presidente Javier Milei: «Habla de la educación pública como adoctrinamiento, después va a su viejo colegio y adoctrina a los alumnos». «El Gobierno mintió con los gastos de funcionamiento. El Gobierno decía que eso estaba saldado, pero no era así. Aún hoy no terminan de cumplir, según nos cuentan los rectores de las universidades», recriminó el legislador de la ciudad de Buenos Aires.
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