Con tres nuevas detenciones, avanza la investigación contra una banda delictiva
Sus miembros participaron de un violento episodio ocurrido en febrero de este año, donde abordaron a un policía y le dispararon para robarle. Ya son seis los imputados, de los cuales dos ya fueron condenados a siete años de prisión. La causa está a cargo de la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos II.
“En esta causa se pudo avanzar bastante con la investigación. Se logró dar con el entregador, un encubridor y quien fue de campana, sumado a los ejecutores materiales del hecho, dos ya condenados a siete años. Cada uno realizó un rol. Estuvieron planificando este hecho meses antes. Ya tenían marcada la víctima (que reviste la condición de sargento de la Policía de Tucumán), sabiendo sus recorridos y horarios, y el monto de dinero que trasladaba. Estaban muy bien organizados”, manifestó el auxiliar de fiscal, Pedro Landívar, en representación de la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos II que dirige Susana Cordisco. Y agregó: “Estos son actos que dejan a la luz la vulnerabilidad de la víctima, provocada por cada uno de los integrantes de esta banda”.
Asimismo, el investigador aseguró que el Ministerio Público Fiscal también consiguió acreditar que, entre los acusados, hay relaciones familiares y de amistad, e insistió en que no se trató de un hecho casual, sino que fueron a ejecutar de un disparo al policía para extraerle la importante suma de dinero que trasladaba. “Dos de los imputados, luego de ejecutar el hecho, se acercaron al lugar, donde vieron que la escena del hecho ya se encontraba resguardada por la Policía. La banda pensaba que había muerto la víctima. Incluso, después de cometido el hecho, se dieron la oportunidad de hacer un recorrido para ver si había cámaras de seguridad por la zona”, reveló Landívar.
De los seis imputados hasta ahora, dos ya fueron condenados a la pena de siete años de prisión efectiva. Desde la Fiscalía aseguraron que van a continuar investigando porque entienden que aún quedan unos autores más que han participado de este hecho sumamente violento. “Cada uno de los acusados deberá responder por el rol que ha cumplido, conforme las calificaciones imputadas. Pese a los intentos de la defensa de oponerse a todo lo solicitado por el MPF, se incorporaron evidencias sumamente objetivas, la realización de un UFED (extracción y el análisis de datos de dispositivos móviles), lo que nos permitió llegar hasta acá”, precisaron.
La teoría del caso
El 17 de febrero de 2024, a las 14:15 horas, la víctima, quien reviste la condición de sargento de la Policía, se desplazaba en su motocicleta de sur a norte por calle Saavedra de la Capital. Al llegar a intersección con Marcos Paz, tres de los imputados y otro sujeto no identificado, quienes circulaban en dos motos, interceptaron al policía. Uno de ellos sacó un arma de fuego y le realizó dos disparos, impactando uno en su pierna izquierda.
Ante ello, la víctima perdió el control del rodado cayendo al suelo, acercándose uno de estos sujetos y mediante amenazas con un arma de fuego le sustrajo su arma de fuego reglamentaria marca Taurus 9 mm y su bolso que contenía su DNI, dos tarjetas de crédito y una cédula verde. No pudieron apoderarse de la moto por la intervención de vecinos, por lo que se dieron a la fuga con el arma y el bolso sustraídos en su poder.
Por otra parte, otro de los acusados les proporcionó información a los ejecutores materiales del hecho acerca del monto de recaudación de una carnicería que transportaba la víctima, así como también el recorrido que hacía y el día y horario en que se realizaba la operación. En tanto que un quinto imputado, el día del hecho estaba en inmediaciones de la carnicería a los fines de hacer de “campana”, dando aviso a los coautores materiales del momento en que el policía sale del negocio con la recaudación. Mientras que otro cómplice tenía conocimiento previo del delito que se iba a ejecutar y posteriormente colaboró con el ocultamiento del arma sustraída a la víctima.