Anuncian que el Papa enfrenta un “cuadro complejo” y su internación será más larga de lo previsto
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Va a ser larga la hospitalización del papa Francisco en el hospital Gemelli porque su cuadro clínico “es complejo”, indicó este lunes el Vaticano, elevando el nivel de alarma general.
“Los resultados de los chequeos efectuados en los días pasados y en el día de la fecha han demostrado una infección polimicrobiana de las vías respiratorias que ha determinado una ulterior modificación de la terapia”, informó un nuevo parte médico que se difundió a las 13 (hora local).
“Todos los chequeos efectuados hasta hoy son indicativos de un cuadro clínico complejo que requerirá una hospitalización adecuada”, agregó.
Se trató del cuarto parte médico proveniente desde el hospital Gemelli desde que el papa Francisco, de 88 años, fue internado el viernes pasado, no de urgencia y después de empeorar una bronquitis que venía arrastrando, que le causaba dificultades en la respiración y por la que más de una vez dijo que no podía leer sus textos. Aunque siempre el papa dijo que tenía bronquitis, los partes médicos nunca utilizaron esta palabra, sino “infección de las vías respiratorias”.
La médica Annalisa Bilotta, del hospital internacional Salvator Mundis, de esta capital, consideró que todo parece indicar que el papa Francisco estaría padeciendo una neumonía.
“Para mí no lo dicen, pero el hecho de que le hayan prescripto reposo absoluto y ahora digan que se encontraron con un cuadro de más microbios, que para ser combatido puede llegar a estar internado diversas semanas, indica que podría tratarse de una neumonía severa”, dijo la doctora. “No lo dicen abiertamente, pero es un cuadro más serio de lo planteado en los días anteriores, parece ser una situación complicada y esto se podía ver de las imágenes del viernes pasado, el día que él se sintió mal después de haber tenido varias audiencias, por su rostro hinchado… Se veía que no era un cuadro simple”, precisó.
No sería la primera neumonía del papa Francisco, que fue internado de urgencia en el Gemelli a fines de marzo de 2023 por una “neumonía grave”. Esa vez, sin embargo, la internación duró solamente cuatro días y el Papa se recuperó en forma extraordinaria, pudiendo enfrentar de todos modos la Semana Santa de ese año.
Más allá del parte médico que dejó deducir que esta vez la internación deberá ser más larga, tanto es así que fue anulada la audiencia general de este miércoles, el vocero papal Matteo Bruni, desdramatizó un poco la situación al contar a los periodistas que el Papa sigue de “buen ánimo”. “Durmió bien, pasó una noche tranquila y esta mañana tomó el desayuno y como siempre se dedicó a la lectura de algunos diarios”, dijo, al mediodía.
En un segundo parte médico -el quinto- que difundió pasadas las 19 locales, Bruni dio noticias que también parecieron positivas. “El Santo Padre sigue sin fiebre y está continuando con la terapia prescrita. Las condiciones son estacionarias”, indicó, como había dicho también ayer domingo.
“Esta mañana recibió la eucaristía y sucesivamente se dedicó a algunas actividades de trabajo y a la lectura de textos”, agregó. Y fue más allá: “el papa Francisco está conmovido por los numerosos mensajes de afecto y cercanía que sigue recibiendo en estas horas; en especial modo quiere dirigir su agradecimiento a los que en este momento están internados en el hospital, por el afecto y el amor que expresan a través de dibujos y mensajes de pronta recuperación que le mandan; reza por ellos y pide que recen por él”.
Aunque el parte de la mañana que habló del cuadro clínico “complejo” generó alarma y especulaciones de todo tipo -hasta comenzaron a circular fake news que hablaban de un papa moribundo que había recibido la extrema unción-, altas fuentes del Vaticano consultadas aparecieron no alteradas: dijeron a La Nación que el Papa “no está en condiciones graves” y que tampoco “está con oxígeno”. Además, si bien estuvo trabajando y leyendo, por disposición de los médicos, que le pidieron “reposo absoluto”, no se está levantando ni recibiendo visitas, añadieron.
Justamente por ese “reposo absoluto” el ex arzobispo de Bueno Aires, un paciente difícil y que llegó a esta situación por excederse y no parar en las últimas semanas, pese a estar ya mal, por segunda vez en su pontificado ayer domingo debió saltear la tradicional oración mariana del Angelus. La anterior vez había sido en junio de 2023, después de otra internación. Esa vez los médicos lograron convencerlo de que tenía que renunciar al Angelus porque era esfuerzo que podría haber comprometido su recuperación.
Pese a esto, el papa Francisco envió un texto. “Como saben, me encuentro aquí en el policlínico Gemelli porque aún necesito un poco de tratamientos para mi bronquitis”, escribió. “Les agradezco por el cariño, la oración y la cercanía con la que me están acompañando en estos días, así como quisiera agradecer a los médicos y a los operadores sanitarios de este hospital por su cuidado: hacen un trabajo precioso y muy agotador, sostengámoslos con la oración”, pidió, al hacer asimismo un llamamiento a la paz en el mundo, mencionando como siempre la “martirizada Ucrania”, Gaza, Israel y todo Medio Oriente y Myanmar.
Justamente debido a esa preocupación por un mundo en llamas, no dejó de lado su costumbre de llamar todos los días, religiosamente, a la parroquia católica de Gaza, para alentar al sacerdote argentino Gabriel Romanelli, que desde hace 15 meses hospeda a más de 500 personas. “Aunque había apagón y dificultades de comunicación, el viernes el Santo Padre intentó varias veces llamar y al final logró comunicarse, nos hizo una videollamada y también el sábado nos llamó”, contó a La Nación Romanelli. “Ya estaba en el hospital nos preguntó como siempre cómo estamos, los chicos lo saludaron y nos bendijo… Ayer domingo no nos llamó, pero nos mandó un mensaje escrito para agradecer la cercanía nuestra y nos mandó sus oraciones… Cuando hablamos el viernes y el sábado se lo veía cansado y con la voz débil, pero se le entendía todo… Y nos dijo que esperaba recuperarse rápido y volver cuanto antes a trabajar”, subrayó el sacerdote porteño del Instituto del Verbo Encarnado (IVE), que destacó que también este lunes por la noche llegó puntualmente el llamado papal. “Estaba cansado, pero con voz clara. Nos preguntó cómo estábamos, agradeció las oraciones y nos dio su bendición”, relató.
En el hospital Gemelli, bautizado como “el Vaticano 3″ en tiempos de san Juan Pablo II (1978-2005) porque estuvo allí internado en siete oportunidades, es decir, pasó allí mucho tiempo después de su departamento del Palacio Apostólico y de su residencia veraniega de Castelgandolfo, en tanto, reina el hermetismo. Sobre todo después del parte que habló de “cuadro clínico complejo que requerirá una hospitalización adecuada”, pocos médicos se atrevían a hacer comentarios sobre el estado del paciente ilustre. Tal como indicó la agencia ANSA, al momento a nivel oficial solo se sabe que el Papa está siendo seguido por “el equipo” del Gemelli, sin referencias precisas a los nombres de los médicos que están al frente de la situación.
Trascendió, no obstante, que el viernes pasado, cuando llegó al nosocomio para internarse, fue saludado por Sergio Alfieri, médico del Gemelli que conoce bien porque fue el cirujano que lo operó dos veces de colon (en julio de 2021 y en junio de 2023). Especialista en aparato digestivo, al final de esa última internación, que duró tres días, Alfieri incluso salió a hablar con los periodistas, acompañado por el vocero, Matteo Bruni, para aclarar que el Papa, entonces de 86 años, no tenía ninguna otra enfermedad -cardíaca o respiratoria- disipando, así, las especulaciones que suelen estallar en estas ocasiones. De hecho, es normal que cuando un pontífice de avanzada edad está internado, inevitablemente reaparezcan el fantasma de un cónclave o de una renuncia. Al respecto, es sabido que el papa Francisco siempre elogió el coraje de su predecesor, Benedicto XVI, que decidió tirar la toalla porque ya no tenía la fuerza de gobernar, el 11 de febrero de 2013, y que, según él abrió un camino que podría llegar a seguir. En los últimos años, no obstante, en diversas ocasiones dijo que aún no le había llegado ese momento y que, por otro lado, pensaba que el papado es “ad vitam”, de por vida.
La Nación