Crimen de Chacabuco 59: el imputado quedó entre la absolución y una pena de 18 años

El juicio por el crimen de Gabriela Picciuto, la mujer cuyo cuerpo fue hallado el 12 de mayo de 2023 en la estructura de una cisterna en su vivienda de Chacabuco 59, está por culminar. La Fiscalía sostuvo su teoría del caso y solicitó que Leonardo Salomón fuera condenado a 18 años de prisión por ser considerado autor del homicidio. El defensor Hernán Molina pidió que su pupilo sea absuelto al considerar que no hay pruebas que vinculen a su defendido con el crimen. Hoy los jueces escucharán las últimas palabras y posiblemente expongan el veredicto de uno de los casos más enigmáticos que hubo en los últimos años en la provincia.
El primero en iniciar su alocución fue el titular de la Fiscalía de Homicidios II, Carlos Sale. Con una pizarra y un felpón, el fiscal reconstruyó la línea temporal del crimen y quiénes estuvieron con Gabriela durante sus últimos días de vida.
“Este Ministerio Público entiende que ha quedado probada la materialidad del hecho y la autoría de Salomón. Fue un caso de muchísima gravedad, diría que fue casi el crimen perfecto. No tenemos una prueba directa que vincule a Salomón con la muerte de Gabriela; no tenemos el arma homicida. Salomón es una persona muy inteligente, muy peligrosa y muy fría para cometer el hecho. Si bien no tenemos todos estos elementos, si logramos recabar muchas pruebas indiciarias que lo conectan de manera directa con el homicidio de Gabriela Picciuto”, dijo al comenzar su discurso.
Durante sus alegatos hizo un repaso de los testimonios que brindaron los aproximadamente 30 testigos que se presentaron a lo largo de las audiencias y afirmó que el imputado “no solo mató a Gabriela sino que elucubró un plan para esconderla en su casa sin que las personas que vivían en la parte delantera se percataran de semejante hecho”.
Sale mencionó las declaraciones brindadas por la hija de la víctima (dijo que habló con ella la noche del 9 de marzo), y por el arqueólogo forense Alejandro Leiva, quien explicó que desde la fecha del hallazgo del cuerpo se podía estimar que la fecha de muerte era de hace dos meses, aunque se contemplaba un margen de 10 días más o 10 días menos. “Todos los elementos nos hacen pensar que la última persona que estuvo con Gabriela fue Salomón. Creemos que fue asesinada entre el 9 y el 11 de marzo, ya que el imputado abandonó la provincia ese día”.
“El perito Leiva dijo que Salomón sí podría haber colocado solo el cuerpo en la cisterna. Cuando se secuestró el celular del imputado se observaron mensajes en los que él hacía propaganda de que era ayudante de albañil y que hacía limpiezas de tanques; es decir que tenía la expertiz para poner a Picciuto en ese lugar y para cerrarlo”, valoró.
El fiscal también se refirió a las personas que anteriormente estuvieron involucradas en la causa (José Luis Fumero, Natalia Libermann, Alfredo Socci y Sofía di Cianni). Dijo que fueron puntillosamente investigadas y por eso la Justicia hizo lugar a su pedido de sobreseimiento. “En un primer momento esta Fiscalía se vio desbordada ante un hecho único en la provincia; no sé si en el país hubo un caso de esta naturaleza. Fue un hecho macabro que casi queda impune. Si (Walter) Marchese no se metía en esa propiedad no íbamos a encontrar nada, solo huesos”, manifestó.
Finalmente, informó que durante el debate no pudo acreditarse la relación de pareja entre víctima y victimario, por lo que solicitó que Salomón sea condenado a 18 años de prisión por ser autor del delito de homicidio.
Molina comenzó su alegato final ratificando la inocencia de su pupilo. A su entender, la parte acusatoria no logró probar que Salomón haya sido el autor del crimen. “No se pudo saber con certeza cuándo fue la fecha de muerte de la víctima, dónde fue el lugar en que la mataron ni con qué arma se produjo el hecho. La imposibilidad de establecer la fecha del homicidio genera enormes dudas sobre si Facundo siquiera estaba en la provincia cuando Gabriela fue asesinada”, sostuvo.
El defensor también mencionó la declaración del perito Leiva y la valoró a favor de su teoría del caso. “Se explicó que la mujer fue trasladada desde el lugar del crimen hasta la cisterna, y que el proceso de ocultamiento llevó por lo menos tres días. Esto implica que entre la comunicación de Florencia con su madre y el viaje de Salomón hubo tan solo 40 horas de diferencia. ¿Creen que en menos de dos días él pudo cometer este homicidio?”, se preguntó.
Por otra parte, apuntó contra la investigación realizada por el MPF. “No se registró una mancha luminiscente compatible con la enorme pérdida de sangre que sufrió la víctima. Hay serias dudas. Pudo haber sido asesinada afuera de la casa de la calle Chacabuco 59, trasladada sin vida y colocada posteriormente dentro de la cisterna; la prueba producida sugiere que esta hipótesis es perfectamente posible”.
Además cuestionó que se hayan descartado otras líneas investigativas. “Se acreditó que la víctima tuvo múltiples disputas con personas de su entorno, la mayoría vinculadas con la propiedad. Varias de esas personas declararon en el juicio y expusieron antecedentes de violencia, accesos al domicilio y motivaciones concretas de agresión. A diferencia de Salomón, estas personas sí presentaban conflictos directos con la víctima y contaban con medios y oportunidades para actuar”, afirmó.
Al terminar su discurso, Molina le requirió a los jueces María Valeria Mibelli, Isabel de Los Ángeles Méndez y Guido Leandro Cattáneo la absolución del imputado.
La Gaceta