Trump analiza un ataque directo contra Irán y le exige una “rendición incondicional”

En el quinto día de ataques entre Israel e Irán en la dramática escalada bélica que inflama Medio Oriente, Donald Trump endureció como nunca el tono con el régimen de los ayatollahs mientras contempla la posibilidad de lanzar un ataque que lo involucraría directamente en el conflicto.
Tras regresar de urgencia de la cumbre del G-7 en Canadá para evaluar las opciones de Estados Unidos, el presidente afirmó que las fuerzas norteamericanas tienen “el control total y absoluto de los cielos de Irán”, pidió una “rendición incondicional” y aseguró que saben “dónde se esconde” el líder supremo, Ali Khamenei, aunque “por ahora” no lo matarían.
“Ahora tenemos el control total y absoluto de los cielos de Irán. Irán tenía buenos rastreadores aéreos y otros equipos defensivos, y muchos, pero no se comparan con los hechos, concebidos y fabricados en Estados Unidos. Nadie lo hace mejor que el viejo y buen Estados Unidos”, advirtió Trump en su red Truth Social, sin dar más especificaciones.
Luego, en otro breve posteo, escribió “¡Rendición incondicional!”, en un mensaje directo a Teherán.
Trump reunió esta tarde a sus asesores del Consejo de Seguridad Nacional en la Sala de Crisis de la Casa Blanca para analizar los pasos a seguir en la crisis. En el encuentro, que duró una hora y 20 minutos, el mandatario consideró un ataque estadounidense contra Irán como una de las opciones, según señalaron fuentes a The Wall Street Journal.
También el diario israelí The Jerusalem Post se refirió a un posible rol activo de Washington en el conflicto, y confirmó un diálogo este martes entre Trump y el primer ministro Benjamin Netanyahu, previo a la reunión de crisis en la Casa Blanca. Según funcionarios israelíes citados por ese medio, el líder republicano ordenará un ataque si Teherán rechaza un acuerdo nuclear.
“Sabemos exactamente dónde se esconde el llamado ‘líder supremo’. Es un blanco fácil, pero está a salvo allí. No vamos a eliminarlo (¡matarlo!), al menos no por ahora. Pero no queremos que se disparen misiles contra civiles ni contra soldados estadounidenses. Nuestra paciencia se está agotando“, dijo el presidente norteamericano sobre Khamenei, de 86 años, quien en los últimos días sufrió la pérdida de varios de sus principales asesores militares y de seguridad en las operaciones aéreas israelíes.
Este lunes, Netanyahu, había afirmado que la Fuerza Aérea de Israel controlaba “el cielo sobre Teherán”, clave para su campaña de bombardeos sobre objetivos del programa nuclear iraní.
Funcionarios estadounidenses que revisaron informes de inteligencia advirtieron que Irán preparó misiles y otros equipos militares para atacar bases norteamericanas en Medio Oriente en caso de que Estados Unidos se una activamente a la ofensiva Israel, publicó The New York Times.
Durante el vuelo de regreso a Washington tras abandonar un día antes de lo previsto la cumbre del G-7 en Canadá, Trump también había declarado a los periodistas que deseaba algo “mejor que un alto el fuego” entre Israel e Irán.
Al ser consultado sobre qué buscaba específicamente, respondió: “Un fin real, no un alto el fuego, un fin real”. También dejó entrever que quería una “rendición total” por parte de Irán a su programa nuclear, que según Occidente tiene como objetivo producir armas atómicas.
Trump había advertido a Irán que no atacara activos estadounidenses. “Seremos tan duros que no se les dará ninguna oportunidad”, dijo en el Air Force One. Irán sabe que “no debe tocar a nuestras tropas”, señaló, y añadió que estaba considerando enviar al vicepresidente JD Vance y al enviado especial para Medio Oriente, Steve Witkoff, a reunirse con las autoridades iraníes, pero que dependía de lo que sucediera a su regreso.
“No estoy muy de humor para negociar” con Irán, aclaró, lo que incrementó las dudas sobre qué medida podría tomar el mandatario en plena escalada de la crisis.
Los comentarios de Trump de este martes, cada vez más duros con el régimen iraní, se produjeron después de que el lunes por la noche instara a los cerca de 9,5 millones de habitantes de Teherán a evacuar la capital “de inmediato”. La advertencia generó que miles de personas dejaran la ciudad.
Trump está ahora ante una decisión crítica en la guerra. Mientras que aún podría seguir apostando por algún tipo de vía diplomática que presione a Irán a renunciar al enriquecimiento de uranio, otra opción es que ceda a los pedidos de Israel para que le provea a su aliado la bomba Massive Ordnance Penetrator (GBU-57), conocida como el mayor “destructor de búnkeres”, que servirían para destruir las instalaciones nucleares subterráneas iraníes.
Según los expertos, la GBU-57 solo puede ser trasladada por un bombardero B-2 norteamericano. Israel no posee ni el arma ni el aparato necesarios para transportar esa bomba y lanzarla sobre los objetivos.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), dirigido por el argentino Rafael Grossi, afirmó este martes que “identificó nuevos elementos que muestran impactos directos en salas subterráneas” de la instalación nuclear iraní de Natanz, tras los bombardeos israelíes. El organismo se basó en “un análisis continuo de imágenes satelitales de alta resolución”, explicó en X. No detectó daños en las plantas de Isfahan y Fordo, añadió.
En declaraciones a medios israelíes, Netanyahu y su asesor de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi, insistieron en que la destrucción de la planta en Fordo es crucial para los objetivos militares del país. “Estas instalaciones serán eliminadas de una forma u otra”, afirmó el premier.
En tanto, también ante los periodistas en el Air Force One, Trump criticó la evaluación de la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, de que Irán no ha buscado desarrollar un arma nuclear, la primera vez que la contradice en público en lo que va de su nuevo mandato.
Cuando se le mencionó que Gabbard había dicho ante el Congreso, en marzo pasado, que la comunidad de inteligencia norteamericana seguía considerando que Teherán no estaba trabajando en una ojiva nuclear, Trump respondió: “No me importa lo que ella haya dicho. Creo que estaban muy cerca de tener una”.
En medio del clima de máxima tensión tras cinco días de ataques entre Israel e Irán, el Ejército norteamericano está desplegando más aviones de combate en Medio Oriente (como F-16, F-22 y F-35), en un refuerzo de las fuerzas militares en la región, según tres funcionarios norteamericanos, que destacaron el carácter defensivo del despliegue. Esas aeronaves se han usado antes para derribar drones y proyectiles.
Estados Unidos también traslada aviones cisterna a Medio Oriente para proporcionar a Trump opciones adicionales para defender las bases y el personal estadounidenses en la región. Estas aeronaves son vitales para apoyar cualquier operación aérea de envergadura que pueda decidir la Casa Blanca, ya se trate de evacuaciones o de un posible ataque de aviones de combate./LaNación