Trump aseguró que los ataques de EEUU causaron “daños monumentales” a las centrales nucleares de Irán

El presidente Donald Trump afirmó que los ataques lanzados por Estados Unidos contra Irán destruyeron por completo las instalaciones clave de su programa nuclear. El mandatario republicano describió la operación como un golpe directo a la capacidad del régimen iraní de continuar desarrollando tecnología nuclear con fines militares, y calificó el resultado como “daño monumental” e “impacto total en el blanco”.
“Se produjeron daños monumentales en todas las instalaciones nucleares de Irán, como muestran las imágenes satelitales. ¡Destrucción es un término preciso! La estructura blanca que se muestra está profundamente incrustada en la roca, con incluso su techo muy por debajo del nivel del suelo y completamente protegida de las llamas“, afirmó Trump en su red Truth Social.
Según Trump, el mayor daño se produjo en estructuras subterráneas, donde se presume que Irán ha concentrado componentes sensibles de su infraestructura nuclear.
“Los mayores daños se produjeron muy por debajo del nivel del suelo. ¡¡¡En el blanco!!!“, agregó.
La ofensiva, en línea con una política de presión sostenida desde su administración, buscó desarticular la red técnica y operativa que Teherán ha mantenido al margen de los controles internacionales.
El programa nuclear iraní, señalado en múltiples ocasiones por su falta de transparencia, ha sido objeto de sanciones y advertencias por parte de organismos multilaterales.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó que las instalaciones fueron alcanzadas y destacó que, en particular, el complejo nuclear de Isfahán sufrió “amplios daños”. En un comunicado oficial, el director general del organismo, Rafael Grossi, señaló: “Basándonos en el análisis de la información disponible, el OIEA ha concluido que ha habido amplios daños adicionales en Isfahán, previamente atacado en varias ocasiones por Israel desde el inicio de los ataques el 13 de junio”.
Grossi reiteró el llamado del organismo a la desescalada y pidió que se retome el diálogo diplomático.
En Arabia Saudí, se recomendó al personal diplomático “extremar las precauciones y limitar los viajes no esenciales a instalaciones militares”. En Turquía, la embajada estadounidense solicitó a sus empleados que mantuvieran un perfil bajo y evitaran desplazamientos al sureste del país. La embajada en Irak ya había comenzado a evacuar personal el pasado 12 de junio, un día antes del inicio de los ataques israelíes contra Irán. La misión diplomática en Jerusalén permanecía cerrada este domingo, con previsión de reanudar algunos servicios consulares el lunes.
Las instalaciones afectadas forman parte del programa de enriquecimiento de uranio de Irán, que ha sido objeto de preocupación internacional desde hace años. Según el OIEA, Irán mantiene reservas de aproximadamente 400 kilogramos de uranio altamente enriquecido. Grossi advirtió que el organismo necesita retomar urgentemente sus labores de supervisión en el país: “Es crucial que podamos verificar el estado de las reservas y garantizar que no haya desviaciones con fines no pacíficos”.
La ofensiva de Estados Unidos representa un cambio respecto a su postura anterior, centrada en el apoyo defensivo a Israel. Con el ataque directo a instalaciones iraníes, la administración Trump ha intensificado su implicación militar en un conflicto que amenaza con desestabilizar aún más la región. Las próximas horas serán decisivas para determinar si se mantiene la contención o si se inicia una escalada regional de mayor alcance.