Tras la letal operación policial en Río de Janeiro, Brasil lanzó una fuerza conjunta para combatir el crimen organizado
El gobierno federal de Brasil y la administración regional del estado de Río de Janeiro anunciaron este miércoles la creación de una Oficina de Emergencia de Enfrentamiento al Crimen Organizado, como respuesta directa a la crisis desencadenada por la operación policial sin precedentes que resultó en al menos 121 muertos.
El anuncio fue realizado en rueda de prensa por el ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, y el gobernador de Río, Cláudio Castro, quienes mantuvieron una reunión extraordinaria para coordinar una estrategia conjunta.
La nueva oficina estará bajo la coordinación del secretario de Seguridad Pública de Río, Victor Cesar Santos, y del secretario Nacional de Seguridad, Mário Luiz Sarrubbo, y buscará “eliminar barreras” entre los diferentes niveles de gobierno y reforzar la coordinación de acciones policiales, técnicas y logísticas.
Lewandowski insistió en que “el gobierno federal ha puesto a disposición del estado peritos criminales, médicos forenses y expertos en balística e identificación para fortalecer todas las capacidades necesarias en la investigación y represión del crimen organizado”.
Confirmó que el gobierno central proporcionará, a requerimiento, profesionales especializados y bases de datos para investigaciones complejas.
Castro explicó que la meta es lograr una integración total entre las estructuras de seguridad estatales y federales.
“La idea es que la actuación de gobierno esté 100% integrada, incluyendo la perspectiva de superar trabas burocráticas y consolidar la colaboración en inteligencia, respetando las competencias de cada organismo pero intentando eliminar barreras operativas”, indicó.
Según el gobernador, el crimen organizado y la violencia en Río “son un fenómeno nacional y transnacional”, y el estado debe ser tratado como epicentro del problema.
Durante la reunión, el gobierno de Brasil también ofreció la posibilidad de movilizar a la Fuerza Nacional de Seguridad Pública y ampliar la presencia de la Policía Federal en apoyo a las operaciones locales.
Además, se destacó la importancia de intensificar las labores de inteligencia financiera para atacar las redes de lavado de dinero y “asfixiar el brazo financiero” de las organizaciones criminales que operan en Río.

“Estamos enfrentando un problema muy serio, pero en breve tendremos buenos resultados”, estimó Lewandowski, quien afirmó que el modelo de esta oficina de crisis será referencia para el futuro Plan Nacional de Seguridad Pública que está en discusión en el Congreso.
A lo largo de la jornada, policías detallaron que la operación en los complejos de Penha y Alemão, en la zona norte de la ciudad, fue la más letal de la historia de Río.
El balance de las fuerzas del orden incluye 119 muertos, de los cuales 115 eran sospechosos de narcotráfico y cuatro agentes de la policía civil y militar.
Además, hubo 113 personas detenidas y se incautaron 118 armas. La operación empleó 60 días de planeamiento táctico, incluyendo la instalación de barreras en zonas de vegetación utilizadas habitualmente para escapar de las acciones policiales.
El impacto, según las autoridades, representó el “mayor golpe” contra el grupo criminal Comando Vermelho.
En paralelo a la rueda de prensa, la sede del gobierno de Río, el Palacio Guanabara, fue cercada por un fuerte dispositivo policial ante la realización de protestas por parte de vecinos de los barrios donde cayó la operación.
Los manifestantes exigen explicaciones y mayor transparencia sobre los resultados reales del operativo.
El ministro Lewandowski aclaró que no se ha discutido la aplicación de una Garantía de la Ley y el Orden, que implicaría la intervención de fuerzas armadas federales y solo se activaría en caso de declararse una crisis incontrolable.
La nueva oficina buscará dotar de agilidad y coordinación a acciones de corto y mediano plazo, en línea con la gravedad de la crisis de seguridad que vive Río de Janeiro./Infobae

