El Gobierno ofrece $5 millones de recompensa por cada uno de los dos jubilados desaparecidos en Chubut
El Ministerio de Seguridad de la Nación dispuso una recompensa de $5.000.000 por cada uno de los jubilados desaparecidos en Chubut, con el objetivo de obtener información que permita localizar a Juana Inés Morales y Alberto Pedro Kreder.
La medida fue publicada el 10 de diciembre de 2025 en el Boletín Oficial y responde a un pedido de la Oficina Fiscal de Comodoro Rivadavia, dependiente del Ministerio Público Fiscal provincial, en el marco de la causa caratulada “Juana Inés Morales s/ averiguación de paradero”.
La resolución, firmada por la ministra Alejandra Susana Monteoliva, establece que la recompensa será otorgada únicamente a quienes aporten datos útiles sin haber intervenido en los hechos investigados. El pago se realizará en la sede del Ministerio de Seguridad o en otro lugar que disponga la titular de la cartera, garantizando la preservación de la identidad de quienes colaboren, una vez evaluada la información por la autoridad competente.
Según el expediente, Morales —nacida el 2 de mayo de 1955, vecina del barrio Juan XXIII de Comodoro Rivadavia— tiene contextura robusta, mide 1,60 metros, es de tez trigueña y posee cabello castaño oscuro, ondulado, hasta los hombros y con flequillo. Kreder —nacido el 30 de noviembre de 1945 y residente del barrio Ciudadela— es de contextura delgada, mide 1,75 metros, tiene tez blanca, cabello corto y lacio castaño oscuro, y ojos verdes.
Ambos fueron vistos por última vez el 11 de octubre de 2025, cuando salieron del domicilio de Kreder en una Toyota Hilux dominio NSP-455, con cúpula color champagne, rumbo a Camarones. La última conexión de sus teléfonos se registró ese mismo día a las 9:53; desde entonces nada se sabe de ellos.
El 17 de octubre, la camioneta fue hallada sin ocupantes en la zona conocida como Zanjón de Visser, a seis kilómetros de la costa y a quince de la Ruta Nacional 3. El vehículo estaba completamente cerrado y contenía los objetos personales de ambos. La investigación mantiene abiertas tres hipótesis: ausencias voluntarias, desaparición por un hecho accidental o como consecuencia de un delito.
Las fuerzas federales deberán difundir y exhibir los afiches de recompensa. Quienes tengan información pueden comunicarse de forma anónima al 134, línea del Programa Nacional de Recompensas.
Cómo sigue la causa
A casi dos meses de la desaparición de Kreder y Morales, la incertidumbre crece entre sus familiares, que aún no recibieron respuestas ni avances concretos. Desde el hallazgo de la camioneta en una zona alejada de Rocas Coloradas, la investigación no logró aportar indicios materiales que permitan reconstruir el recorrido de la pareja, según relató Claudia Kreder al medio Radiocracia.
En las últimas semanas, la familia percibió un freno en la búsqueda. “La semana pasada no hubo búsqueda. Antes nos llamaban todos los días y ahora somos nosotras las que tenemos que llamar para preguntar si hay novedades”, explicó Claudia. No descartan pedir la intervención de especialistas externos si la causa lo requiere.
El retraso en las pericias incrementa la preocupación. El estudio de ADN, clave para identificar rastros, aún no fue entregado. “Todavía se está esperando el resultado del ADN. Fijate el tiempo que ha pasado y ese resultado no está”, señaló. Tampoco se conocen los resultados de las huellas dactilares levantadas en la camioneta: “Van a ser dos meses y todavía no se puede saber si hubo un tercero dentro de la camioneta”.
La falta absoluta de indicios desconcierta a la familia. “Es muy difícil entender que no haya aparecido un zapato, una prenda, el teléfono o algo: o se está buscando en el lugar equivocado, o no sé qué pasa”, expresó Claudia. También comentó que la hipótesis inicial que vinculaba la desaparición con el mar perdió fuerza: “Lo del mar está casi descartado. Entiendo que el mar devuelve. En Bahía Bustamante se buscó y no se encontró nada”.
“Intentamos volver a la normalidad, pero es imposible. La vida cambió y necesitamos respuestas para poder recuperarla”, confió. Aquella certeza inicial de que hallarían a la pareja hoy se transformó en una incógnita persistente: “Lo que para nosotros era una afirmación, una certeza de que los íbamos a encontrar, hoy se convirtió en esta pregunta: ¿los vamos a encontrar?”.
A pesar de la falta de avances, la familia valoró el acompañamiento social recibido. “La gente fue muy solidaria. Estamos muy agradecidas por las demostraciones de apoyo y por la difusión, porque sin este acompañamiento no hubiese llegado tanto recurso”, destacó.
