Javier Milei participó en la jura presidencial de Rodrigo Paz en Bolivia: selfies, ovación y reunión privada
El presidente Javier Milei fue el gran protagonista en la Asamblea Nacional Legislativa Plurinacional de Bolivia, donde participó de la asunción del nuevo presidente boliviano, el centroderechista Rodrigo Paz Pereira. Ovacionado por todo el Parlamento, el líder libertario se sacó selfies con la mayoría de los legisladores y tuvo un curioso saludo con su colega chileno Gabriel Boric.
Acompañado de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y del canciller Pablo Quirno, el Presidente llegó a la Plaza Pedro Domingo Murillo, en el centro de La Paz, en medio de un clima lluvioso, para participar de la asunción histórica de Paz, que pone fin a un ciclo de 20 años de gobiernos socialistas en el marco de la peor crisis económica del país vecino en cuatro décadas.
«En la Argentina comprendí la solidaridad de chico, cuando estábamos en el exilio, y comer lo que en Bolivia llamamos ‘olla común’. Muchas gracias por estar acá. Muchas gracias de corazón», expresó el flamante mandatario Rodrigo Paz Pereira, de 58 años, en un claro agradecimiento a Milei y en un guiño a una posible alianza estratégica en la región.
La ceremonia contó con la presencia de Chile, Gabriel Boric, con quien Milei tuvo un tibio apretón de manos; Ecuador, Daniel Noboa; Uruguay, Yamandú Orsi; y Paraguay, Santiago Peña, además de autoridades europeas como la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, Teresa Ribera; y la presidenta del Congreso de España, Francina Armengol. En el acto también estuvieron presentes el presidente del Consejo de Ministros, Ernesto Álvarez; y el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau.
Tras la asunción de Paz, el presidente argentino mantuvo una reunión, en el marco de los saludos protocolares, con el nuevo jefe de estado boliviano que representará un nuevo aliado en la región para el gobierno libertario, tras dos años de distancia con el gobierno de Luis Arce, heredero político de Evo Morales.
En ese encuentro, el Presidente de Bolivia la presentó a Milei y su hermana Karina a su esposa, María Elena Urquidi Barbery, madre de sus cuatro hijos. “Yo sé lo que estás recibiendo, te lo puedo decir por experiencia propia. En lo que creas que podamos ayudarte a la orden”, le aseguró el líder libertario al flamante presidente boliviano.
De esta manera, Milei le puso fin a una gira internacional que arrancó el jueves pasado con la disertación en el America Business Forum en Miami, la cena de gala en la CPAC y una visita a Nueva York. Viajará esta tarde a Buenos Aires, para enfocarse en la nueva etapa del Gobierno.
Quién es Rodrigo Paz Pereira, el rostro nuevo de la política boliviana que asumirá la presidencia
Rodrigo Paz Pereira, flamante presidente electo de Bolivia, combina un apellido histórico con una vida marcada por el exilio y la política. Nació el 22 de septiembre de 1967 en Santiago de Compostela, España, durante uno de los períodos de exilio de su padre, Jaime Paz Zamora, presidente entre 1989 y 1993, y miembro fundador del Movimiento de Izquierda Revolucionaria.
La infancia de Paz estuvo marcada por la movilidad forzada: vivió en al menos diez países distintos y estuvo expuesto a amenazas constantes debido a la actividad política de su familia. Experiencias que, según él mismo reconoce, moldearon su sensibilidad social y su vínculo con los sectores marginados de Bolivia.
Formado como economista y licenciado en Relaciones Internacionales, realizó una maestría en Gestión Política en la American University, Estados Unidos. Su carrera pública comenzó en 2002 como congresista por Tarija, luego fue concejal y alcalde de esa ciudad entre 2010 y 2020, y actualmente se desempeña como senador nacional por Comunidad Ciudadana.
Paz Pereira llegó a la presidencia tras una campaña en la que se presentó como alternativa al tecnócrata Jorge Quiroga, promoviendo cercanía con la ciudadanía por encima de recursos económicos para publicidad o encuestas. Su propuesta apeló a una transición ordenada y moderada, captando votos de antiguos seguidores del Movimiento al Socialismo que buscaban un cambio sin rupturas bruscas.
Su historial, sin embargo, no está exento de cuestionamientos: existen denuncias sobre su patrimonio durante su paso como diputado y acusaciones de corrupción en su gestión como alcalde de Tarija. Aun así, el electorado boliviano le otorgó este domingo la victoria con el 54,55% de los votos, apostando por un liderazgo que conjuga linaje político, experiencia en gestión local y un perfil moderado para encabezar la transición del país./TN

